Capitulo 20

6K 339 111
                                    

-Princesa. Charlotte. Cariño, te has quedado dormida de nuevo.

-Mmmm. – Contesté entre sueños.

-Hemos llegado, deseas bajar por tus méritos o prefieres que te lleve cargando en brazos.

Me restregué los ojos y me estiré.

-¿Dónde estamos? – Miré a mi alrededor. Todo estaba casi a oscuras, una enorme casa estaba frente a nosotros.

-Hemos llegado a la casa de campo en Burdeos.

Mi cuerpo se alarmó, James había dicho algo sobre que estábamos viniendo aquí y que su familia estaba feliz por conocerme. No recuerdo mucho, pero algo se me escapaba de las manos.

El abrió la puerta del copiloto y me ayudó a bajar.

-James, ¿No pudiste rentar por lo menos una habitación de hotel antes? O ¿Pasar a un baño público? No estoy presentable para tu familia. – Con manos nerviosas me peiné el cabello.

-Tranquila. – El me detuvo en mi intento fallido. – Estas perfecta. – Me besó la frente. – Además a mamá no le importa como vengas vestida, solo quiere conocerte, venga vamos ya. Debemos descansar.

-James no, pero y si tu mamá... piensa mal de mi o no le gusto o se sienten incomodos. – Mi cuerpo se tensó. - ¿No le dijiste que soy la princesa de Italia verdad?

-No creo que haya necesidad Charlotte, todos te conocen ya a estas alturas.

-¿Y si mejor regresamos mañana? No quiero que tu familia se sienta comprometida con mi presencia.

-Charlotte, cariño, te aseguro que no pasará nada de eso. ¿Te preocupa tanto la opinión de mi familia?

Me abrazó.

-James esto es tan extraño para mí que tengo un nudo en el estómago. ¿Prometes que no me dejaras sola en ningún momento?

-Te lo prometo.

Unió nuestros labios, un beso tan cálido que se sintió como si fuésemos los únicos humanos en la tierra. Después de tanto tiempo estábamos demostrando nuestro amor de nuevo.

Un carraspeo nos hizo separarnos y miré el suelo, el color había subido por toda mi cara, en vez de una princesa parecía una adolescente infraganti con su novio a escondidas en la habitación sin la aprobación de sus padres.

-Hijo. – Un señor casi idéntico a James se acercó para abrazarlo.

-Papá. – Respondió. – Madre. – Por consiguiente, besó y abrazó a su mamá.

Me mordí el labio al contemplar la pequeña incomoda situación, sus padres estaban vestidos formalmente y yo de pie con sudadera y pantalones de algodón, con la cara de acabar de despertar. Sí, de seguro James había traído a mejores novias que yo a presentarlas con sus padres y yo era la más inapropiada.

-Padre, madre. Ella es Charlotte, mi novia.

Les sonreí a ambos con timidez.

-Buenas tardes, señor Diamond. Un gusto conocerlo. – Me acerqué al patriarca de la familia y le estreché la mano. Me sorprendió al darme dos besos en las mejillas y abrazarme.

-Solo llámame, Joe y Diamond es el apellido de mi esposa. ¿Cómo ha sido el viaje? ¿Te ha dado dolores de cabeza este muchacho?

-Lo lamento señor Acker, mil disculpas.

-No hay problema jovencita a todos nos pasa, una vez.

-Joe, por favor, no queremos que nuestra invitada se sienta bombardeada de preguntas. – Interrumpió con carisma su esposa.

Reglas del juego.Where stories live. Discover now