Capitulo 28

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La puerta se abrió y los miembros de la familia de James caminaron hacia nosotros. Reconocí a cada uno con la sonrisa inundándome el rostro. El señor Joe fue el primero en saludar, después su esposa. Ambos me elogiaron y se mostraron un poco nerviosos, al parecer todos no sabíamos que esperar de esta cena.

-Vaya chica, ¡Si que eres otra! – Me tomó de ambas manos y las abrió para admirar un poco más el vestido. Temblé de nerviosismo.

-Gracias señora Diamond.

-Abuela muchacha, dime abuela.

Sonreí ante ello y James hizo un comentario para que su abuela lo saludara. Aquello no estaba planeado y mucho menos mi estabilidad. Mi pronto cuñado con su esposa, se acercaron y también saludaron, los niños me llenaron el alma de alegría y al ver su inocencia sonreí. El pequeño Marco esta vez se había quedado en casa.

-Majestad un honor. – La abuela hizo una reverencia casi perceptible. – Que honor que nuestros nietos se unan en matrimonio, espero que no le importe que su nieta comparta el termino abuela conmigo. – rio.

-Gracias por estar aquí. No creo que sea un inconveniente.

-Entonces podremos decir que tenemos un lazo familiar majestad.

-Será un hecho.

Mire disimuladamente a su dirección y tenía una sonrisa forzada, la conocía tan bien que sabía cuando la propia reina hacia gestos impropios.

Al presentarse todos, el mayordomo nos invitó a pasar tomar asiento en la sala, esto indicaba que primero tendríamos una charla amena antes de comenzar con el banquete, esperaba que aquello fuese bien, apreté la mano de James y él con su pulgar acarició los nudillos. Ambos no sabíamos que esperar de esta noche.

Cada uno tomó un lugar en los amplios sillones de aquella habitación, los niños quisieron tocar cada adorno de la estancia y su madre los reprendió, sonreí ante aquel acto, pues para ningún niño sería imposible no tocar las piezas brillantes de oro. Se mantuvieron sentados, mirando para todos lados con los pies balanceándose.

-Es un placer por fin conocer la familia del señor Acker. He de decir que me siento segura de que mi hija tiene otra familia. – Papá sonrió.

-El placer es nuestro, por fin nos hemos conocido. – Joe respondió. – Mi familia se siente agradecida por la invitación.

-Bueno, creo que han sido muchos formalismos, ¿No? – Mamá intervino. – Seremos una familia unida por el lazo de nuestros hijos, ¿Así que porque no tratarnos de usted?

-Se lo he dicho a mi hijo. – Salió a la defensiva la abuela de James. - ¿Somos una familia ahora no? Bueno me presentaré, ha no claro, ya saben quien soy. Que despistada. – Se rio.

-Podemos comenzar preguntando, ¿Cómo se enteraron del romance?

La reina tensó el ambiente.

-Nos tomó de sorpresa. – Joe respondió. – Tampoco teníamos conocimiento majestad. Fue espontaneo, pero estamos felices por ambos. Son una pareja maravillosa.

-Sabemos que estos días James está en el palacio, pero solo es mientras todo se calme. – papá confesó.

-Nos tomó por sorpresa el tabloide y aunque no tenemos conocimiento de quien pudo ser el intercomunicador con los periódicos pedimos una disculpa.

-Son cosas que a veces solo pasan, ahora debemos enfocarnos en seguir felices por la pareja.

La conversación tomó un giro.

-¡Tío! – El sobrino de James corrió a sus brazos. – Esto es demasiado grande. ¿Podremos quedarnos un día?

-Tal vez en un futuro pequeño.

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