Capitulo 29

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Estábamos a una puerta de nuestra privacidad y del espectáculo que se había programado para nuestro compromiso oficial.

-¿Por qué hoy estas tan guapo?

-Comenzaba a preocuparme que no hubieras dicho palabra alguna en nuestro corto trayecto. ¿Te molestó tanto la reverencia?

-Dejemos eso atrás ¿Sí? Hoy solo quiero admirarte todo el tiempo – Le arregle la corbata y el saco.

-Sabes que nada de esto me importa – me besó al frente. – y si fuera por mi hubiese llegado a besarte en los labios en cuanto te vi, pero decidí hacer lo que estaba según correcto.

-Hubiese preferido la primera opción.

-Tus deseos son órdenes.

Me dio un beso apasionado, de aquellos donde no te quieres separar nunca y solo desees que nadie te interrumpa. Un carraspeo de garganta nos hizo separarnos.

-¿Están listos?

Asentí con la cabeza, James y yo entrelazamos manos y caminamos hacia el amplio jardín. Los camarógrafos no tardaron y comenzaron a mostrarse inquietante sobre nosotros.

-Estoy tan nervioso como tú. – susurró para ambos.

-Si no fuera por ti, ahorita mismo me hubiese tropezado, me tiemblan las piernas.

Ambos reímos en silencio. Nos detuvimos en nuestra marca poco visible para los camarógrafos y sonreímos como si no hubiese ocurrido todo un exceso de estrés en días anteriores.

-Buenos días a todos – pronuncie. – Es un gusto poder tenerlos a todos aquí y dar a conocer la noticia. – Mire a James y después a los camarógrafos. – Estamos comprometidos.

Los flases continuaron sin parar. Cada camarógrafo buscaba encontrar la foto perfecta.

-¿Cómo se siente señor Acker? – Un camarógrafo pronunció.

-Entusiasmado, alegre, es un momento de mucha felicidad para ambos. – James me miró.

-¿Alteza este es un cuento de hadas para usted?

-Sin duda, todos en algún momento vivimos nuestro propio cuento de hadas y agradezco infinitamente que haya encontrado a mi otra mitad. – Sonreí.

Estuvimos otros minutos más esperando a que cada camarógrafo obtuviera la mejor foto para publicar y después partimos hacia adentro del palacio. Nos despedidos de todos dándoles las gracias por venir y por sus continuas felicitaciones.

-Alteza por aquí por favor. – Leticia nos guió por un pasillo al vernos dentro del palacio.

Como si nada importara James y yo seguíamos inmersos en nuestra burbuja, llegamos a la sala donde se transmitiría en televisión abierta la entrevista y un número muy grande del personal tenía los ojos puestos en nosotros.

Leticia me ayudó a quitarme el abrigo y nuestro entrevistador nos saludo con los respectivos saludos y reverencia.

-Un gusto alteza.

-El gusto es nuestro.

-¿Se siente cómoda si iniciamos?

-Nos parece bien.

-Adelante.

Señaló los sillones y los tres nos situamos en nuestros espacios correspondientes. Uno de los camarógrafos gritó la cuenta atrás y aquello estaba iniciando.

-Buenos días alteza, señor Acker.

-Buenos días – contestamos al unísono.

-Antes que nada, déjenme felicitarlos por su compromiso, enhorabuena, las noticias han sido fantásticas.

Reglas del juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora