Capitulo 24

4.2K 331 83
                                    

El avión estaba punto de aterrizar, cruzando aquellas puertas ya no sería libre de poder hacer lo que quisiera, estaría enfrentándome a una guerra tal vez sobre mi futuro. Había acordado con James que me tomaría unas cuantas horas para poder decirle a la abuela lo nuestro y que le notificaría a él cuando ya todo estuviera listo, era cierto tenía miedo, miedo de perderlo.

La abuela había dejado en claro que no aceptaría nuestra relación, pero, así como mi padre que cambió de idea en el último momento tal vez la reina lo podría hacer, este día sería difícil, compartí con James los últimos cinco días y ya me sentía su esposa, verlo al despertar, viajar juntos, hacer el amor donde fuera y a la hora que fuese, comer juntos, poder compartir la felicidad con el otro.

Antes de partir de noruega la noche pasada mi hermano y yo platicamos a solas, le pedí consejos de como darle la noticia a la abuela y solo contestó <<Díselo sin más>> que fácil, a él le habían concedido el permiso de casarse, pero porque era alguien de su mismo nivel y porque a la abuela le pareció gran idea, pero ¿Dónde quedaba mi felicidad aquí? Le pedí la diferencia entre casarse y seguir siendo novios, dijo que no había mucha, solo que ahora lo hacías todo con tu pareja o por lo menos pasaban tiempo juntos, eso sí que cuando cada uno se separaba era más difícil extrañarlo y que las peleas a veces te pondrían a pensar que si lo has hecho bien, pero si el amor existe entre los dos, por supuesto que valdrá la pena todo.

También preguntó si estaba segura, si en realidad esto era lo que quería o solo había aceptado por el momento, si solo me había dejado llevar, le contesté que no lo sabía, no me lo había planeado antes, obviamente había llegado de un viaje largo, cansado y estresante que no me puse a pensar tan siquiera si en verdad me quería casar o todo era tan abrumador que lo acepté, pero esa misma noche se aclararon mis dudas, al dormir abrazada a James y contemplar su semblante relajado ante el reflejo de las lámparas, supe que en verdad estaba enamorada y que quería pasar el resto de mi vida a su lado, hasta me hice una tonta idea de que nuestros hijos deberían parecerse más a él.

-¿Estas lista? – James me acarició la mano.

-No, pero debo estarlo, sé que regresar al palacio es dar un retroceso en nuestra felicidad hasta que la reina acepte.

-Siempre estaré para ti cariño, lo dije una vez y lo diré siempre, no te voy a dejar sola. – me besó.

-Lo sé James y siempre lo llevo presente es solo que, sabemos el poder que tiene la reina, y no me importa quedarme sin nada, no me importa tener que desconocer a mi familia, pero el sentimiento de que eso pase me aflige, a todos les tengo cariño.

-No sucederá cariño, verás que, aunque se pueda tornar algo oscura la situación, saldremos adelante y con éxito.

-Eso espero James. – Lo abracé.

-Eva, es hora de irnos. – Nicolás estaba de pie con las manos en los bolsillos.

-Voy. – Besé a James y me uní con Nicolás para dar las gracias a los pilotos y aeromozas.

Bajamos de aquel imponente avión y las camionetas nos llevaban al palacio. No supe más de James. Me cubrí el rostro con las manos e inhalé.

-Tranquila. – Nicolás me abrazó. – Todo estará bien, verás que dentro de muy poco toda la familia y el pueblo celebrará tu compromiso.

-Eso es lo que mas deseo Nicolás, pero siento una gran nube obstaculizando mi felicidad que no sé si sea demasiado fuerte.

-Solo ten en mente que tienes el apoyo de todos y si tus padres te han dado el permiso, entonces ve y sé feliz nadie te recriminará nada.

Reglas del juego.Where stories live. Discover now