vii. Dementors

258 35 42
                                    

act one. chapter seven.
DEMENTORS

SIRIUS BLACK SE INFILTRA EN HOGWARTS

Ha ocurrido lo impensable: el asesino más buscado del mundo mágico ha logrado entrar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Hay varios rumores de como podría haber sido esto. Inevitablemente, las sospechas recaen en Maia Black, su hija de trece años, que...

Maia apartó el ejemplar de El Profeta de su vista.

"Te dije que no debías leerlo." le recordó Draco.

La semana que siguió a la fatídica noche fue la peor semana de la vida de Maia. En el colegio no se habló de otra cosa que de Sirius Black. Aún así logró levantarse de su cama todas las mañanas y asistir a cada una de las clases. Logró soportar todas las miradas, todos los murmullos que comenzaban cuando entraba la salón de clases. Mantuvo la mirada al frente y apretó los puños. No dijo una sola palabra.

Pero el agotamiento mental era demasiado.

"Puedes saltarte Aritmancia." sugirió Draco. "Tomar una siesta."

"Claro que no."

Maia decidió que no podía perderse absolutamente nada. No había una excusa lo suficientemente válida. Aún así, era agotador sentir su nombre en susurros cada vez que daba la vuelta a la esquina.

"Está bien si no puedes manejarlo." Draco le dio una mirada suave. Ambos se encontraban en su habitación. Su primo estaba sentado en su propia cama, y Maia en la de Ryo, que no se encontraba en el momento. "¿Haz pensando en volver a tomar pociones para dormir?" preguntó por séptima vez en la semana.

"Sí." admitió esta vez Maia.

"Oh." Draco disimuló una sonrisa de alivio. "Quizás sea lo mejor."

"No quiero."

Su primo apretó los labios. Se preguntó si había sonado demasiado brusca. No le gustaba sonar altanera con Draco. Ni con nadie.

"Es solo que..." comenzó Maia, luego de un silencio.

"¿Qué?"

"Es solo que no entiendo por qué nadie me cree." soltó.

"¿Creerte qué?"

"Que no tengo nada que ver con él."

Los primos se callaron por un rato, Draco volvió a hablar con voz suave. "Sé que no tienes nada que ver con él, Maia."

"Sé que lo sabes."

La chica se quedó callada, clavando sus dedos en las palmas de sus manos nerviosamente. "Maia." dijo Draco.

"¿Qué?"

"Él no tiene nada que ver contigo."

Maia miró al techo, parpadeando varias veces para no llorar. "Lo sé."

"Oh, Maia." chasqueó la lengua Draco. "Lo único que tienes que hacer es no perder la calma. ¿No es lo que madre siempre dice?" Maia asintió. "Por el resto de la gente... no te preocupes. Nadie te molestará mientras yo esté. Yo me haré cargo, déjamelo a mí."

"Vale."

"Déjamelo a mí." susurró Draco.

Maia se preguntó si le hablaba a ella o a él mismo.

Esa misma tarde, Maia se dirigió a la biblioteca para su encuentro con Granger. Esta vez ella llegó temprano, Granger aún no estaba allí.

Moonlight  ✺  Harry PotterWhere stories live. Discover now