ix. Stefan, The Traitor

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act one. chapter nine.
STEFAN, THE TRAITOR

Querida Maia:

Draco nos ha contado el incidente con los dementores. Está muy preocupado. Debes dejar que tu primo intervenga, el sabe lo que es mejor para ti. Eres una Black y una Malfoy, deja una buena imagen de a familia.

Tu tío y yo te deseamos una pronta recuperación y también enviamos una caja de ranas de chocolate, que debería llegar junto con esta carta.

Saludos

Tía Cissy

Maia dobló la carta y la guardó en el bolsillo, ya escribiría la respuesta luego. Tomó el paquete de ranas de chocolate y lo dejó junto a su plato de desayuno. Le dio un dulce a la lechuza de la familia Malfoy, para luego observarla marcharse por el techo del Gran Comedor.

"¿Mamá mandó esto?" preguntó Draco, mirando el paquete de golosinas.

"Si." dijo Maia. "Toma las que quieras."

Se sintió culpable, esa era la verdad, cuando leyó la carta de su tía. Necesitaba comenzar a dejar que Draco supiera lo que ocurría. Su primo desenvolvió el paquete de ranas de chocolate y se llevó una a la boca, arrugando el envoltorio sin mirar que tarjeta había tocado. Ya las había terminado de coleccionar hace dos años.

"Discutí con Daphne." informó Maia.

Draco la miró con sorpresa. "¿Por qué?"

"Creo que no soy una buena amiga." contestó, con sinceridad.

"Que estupidez." dijo Draco, descartando las reflexiones de su prima. "¿Qué te dijo?"

"Que no me abro lo suficiente con ella, que no la escucho y todo eso."

"¿De verdad te dijo eso?" inquirió Draco, con las cejas alzadas, sorprendido e indignado al mismo tiempo. "¿Quién se cree que es?"

Maia se encogió de hombros. "Tiene razón."

"No seas estúpida. Debería estar agradecida de ser tu amiga. ¿Sabes que su padre está arruinado? Tuvieron que vender su casa en España."

Maia negó con la cabeza. No lo sabía, lo cual la hizo sentirse más culpable.

"Da igual. No la necesitas, es una fracasada." dijo Draco. "¿Quieres que le diga algo?

"No." se apresuró Maia. "Claro que no."

"Bueno." se encogió de hombros. "Puedes venir con Ryo y conmigo siempre que quieras."

Maia fingió una sonrisa. Sabía que su primo lo decía en serio, pero no podía meterse más en la dinámica del rubio y su mejor amigo de lo que ya estaba. Draco era su sostén, su pilar. Era la razón por la que estaba allí. Pero Draco tenía una conexión diferente con Ryo que con su prima. Draco confiaba en Ryo de una manera especial. Ellos no eran familia de sangre, no se habían criado juntos. Se habían elegido, y era en esa elección en la que Maia nunca tendría un lugar.

Se preguntó si era normal sentirse tan sola.

Maia no le dijo nada a Granger cuando se sentó junto a ella en la biblioteca el martes. Hicieron su trabajo de manera eficiente, intercambiando lo menos posible, como de costumbre. Las miradas furtivas de la gryffindor no pasaron desapercibidas para Maia durante toda la hora, pero ya se había acostumbrado a la curiosidad que Granger parecía tener por ella. Era una característica propia de Gryffindor, al parecer, teniendo en cuenta todas las veces que había atrapado a Potter observándola desde su intercambio en la enfermería. Se preguntó si les había contado a sus amigos sobre esto.

Moonlight  ✺  Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora