xvi. It's Time To Make a Choice

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act one. chapter sixteen.
IT'S TIME TO MAKE A CHOICE

Draco atrajo a Maia en un abrazo en el momento en el que la vio. Las fosas nasales de la chica se vieron infestadas por el olor a la cara colonia.

"¿Estabas con Dumbledore?" le preguntó.

Maia asintió quedamente con la cabeza. "¿Qué te dijo?" preguntó, con mirada preocupada.

"Bueno... me contó todo."

Por supuesto, Draco no sabía que todo era realmente todo. Pensó que Maia simplemente se refería a la historia que el resto del mundo sabía: que Sirius Black se había escapado misteriosamente luego de ser casi capturado.

"¿Te interrogó?" frunció el ceño Draco.

"Algo así..." respondió Maia, con la mirada perdida.

"Ese viejo loco." negó con la cabeza Dumbledore. "Te debería dejar en paz, tiene suficiente haciendose cargo del hombre lobo que tuvimos como profesor."

"¿Qué?" Maia se congeló. Ese dato no lo sabía. "¿Qué un hombre lobo qué?"

"¿No lo sabías?" preguntó Draco. "El profesor Snape nos lo acaba de contar a todos. Lupin es un hombre lobo."

La cabeza de Maia comenzó a dar vueltas. Dumbledore no le había explicado esa parte, y ahora todo cerraba. Lupin le había dicho que era amigo de Sirius Black. ¿Habría el creído siempre en su inocencia y lo había ayudado a escapar? Fuera como fuera, tenía sentido en la historia que la "confusión" de la que Dumbledore había hablado, fuera en realidad una transformación del profesor. Maia asumía que el director del colegio había omitido la presencia de Lupin para preservar su privacidad.

Pero Snape lo había arruinado todo.

"Oh..." Logró formular Maia. 

El apacible, amable profesor Lupin. ¿Un hombre lobo?

"Lo sé." dijo Draco, sin saber que la verdadera razón del horror de su prima. "No te preocupes, ha presentado su renuncia ya. Deberían encerrarlo ¿no crees?"

Maia pensó en como el hombre se había sentado junto a ella frente al Lago Negro y le había hablado sobre su madre. Como le había ofrecido consuelo y un pedazo de chocolate. Como la había animado a enfrentar al boggart, en contra de todo pronóstico de que Maia pudiera hacerlo. 

No, Maia no creía que el profesor Lupin debía ser encerrado.

"Yo..." dijo, con la voz ida. "Tengo que hacer algo, ya vengo ¿vale?"

Antes de que Draco respondiera Maia ya se había dado la vuelta y salido por la pared de piedra de su sala común. Ni bien estuvo fuera de la vista aceleró el paso, casi corriendo en dirección a la oficina del profesor de DCAO.

Iban cobrando sentido más cosas también. Las continuas enfermedades del profesor, la insistencia de Snape en trabajar con los hombre lobo, las cicatrices, la ropa raída.

Cuando llegó se encontró al profesor Lupin poniendo cosas en una maleta vieja y desvencijada que había abierta sobre su escritorio. La puerta del despacho se encontraba abierta. Alzó la vista al ver a Maia.

Maia se quedó parada mirándolo desde fuera, sin saber que hacer. "Pasa, Maia." dijo el profesor afablemente.

Con cautela, Maia pasó por la puerta del despacho, pero se quedó cerca de la entrada.

"Me imagino que has venido a saber si es verdad, si soy un hombre lobo."

Maia negó con la cabeza, sin saber que decir. No necesitaba la confirmación del hombre. Pero no sabía realmente a que había ido a la oficina tampoco. 

Moonlight  ✺  Harry PotterWhere stories live. Discover now