Diecisiete.

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Elizabeth llegó a casa de Camila y se dio con una enorme sorpresa.
James.

- Hola, Elizabeth. - Dijo él en tono unas poco tímido. Pues él sabía que había metido profundamente la pata aquella noche en el club.

- Hola. - Dijo ella sería. ¡Que ni pensara que había olvidado lo que hizo!

- Eli, ven siéntate.- Dijo Mía palmeando su lugar en el sofá.

Eli se volvió a Camila y disimuladamente le susurró una maldición al oídio. ¿Por qué su amiga la invitaría sabiendo que no puede ni mirar a James.?

- Hola. - Dijo una morocha que ella no conocía. - Mi nombre es Farah. - Sonrió.

- Hola, soy Elizabeth - Tomó su mano en señal de saludo. Ella se sentó junto a Mia, estaba tensa... James no dejaba de mirarla y no se podía concentrar en conversar con sus amigas, porque esos ojos verdes estaban clavados como estacas en su rostro.

Farah era tímida y no hablaba mucho, pero parecía una chica divertida, de vez en cuando hacía comentarios graciosos, cosa que hizo olvidar un poco a Eli de la presencia de James.

Después de un rato de conversar y relajarse, pidieron sushi. Luego tomaron un par de tequilas, pero nadie llegó a ponerse "Alegre". Eli no volvería a emborracharse cerca de James.

Fue hasta la cocina y buscó un limón para tomar junto al tequila, los demás tajos de limones ya tenían dueño. Camila la encontró allí.

- ¿Me puedes decir por qué mierda me trajiste estando James acá? - Eli susurró un poco, mientras tomaba del brazo a Camila.

- Lo invitó Mía. - frunció el ceño. - le he tenido amenazada desde temprano diciéndole que no lo haga, pero al final lo hizo. - chasqueó con la lengua. - pero no me puedes culpar, te salvé pasar una noche incómoda con Axel. - Hizo una mueca.

- Eso es verdad... - Admitió. - Pero me tiraste a una noche incómoda con James. - Su voz sonó alterada.

- Oh vamos... - Alargó. - No la estas pasando tan mal. Además él no te está molestando... ni si quiera se nota que está aquí.

- Si, supongo que no está tan mal. - Concordó. - Pero lo mismo... no me siento tranquila con él a mirándome como un psicópata.

Camila hizo un gesto, se estaban demorando mucho en la cocina y no era muy conveniente.

Las dos volvieron a la sala y continuaron su charla.

Para cuando Eli vio que ya eran más de las 3 p.m, decidió que era hora de volver a casa. Axel tal vex estaría en el bar o estaría durmiendo.

- Cami ¿Me llevas a casa? Ya es tarde. - Dijo Eli tomando su bolso.

- Oh, Elizabeth es temprano, mañana es sábado puedes quedarte a dormir. - Dijo con un vaso de tequila en la mano con total despreocupación.

- Lo siento, pero es tarde.

- Yo te llevo. - Dijo James.

- No hace falta. - Dijo Elizabeth rápidamente. - Puedo tomar un taxi. - Sonrió fingidamente.

- Es muy tarde y peligroso... puedo llevarte. - James se puso de pie y tomó las llaves de su auto.

Todas las miradas quedaron al pendiente de la respuesta de Eli… ¿Qué otra excusa inventar para rechazarlo?

- Esta bien. - Suspiró resignada.

Eli se subió al flamante Audi de James y trató de relajarse, su cuerpo estaba tenso.

Siempre hay una primera vez.Where stories live. Discover now