Dos.

3.5K 191 3
                                    

Axel paró su motocicleta y bajó para entrar al bar donde siempre iba a tomar para ver a sus amigos, compañeros de la noche.

El olor a cigarrillo mezclado con alcohol se podía oler a kilómetros a la redonda. Un lugar oscuro y no tan limpio que digamos, alumbrado por la luz de unos cuantos focos por encima de las mesas de billar, una rocola vieja que tocaba una canción de Kiss. A lo lejos una barra de tragos atendida por la única mujer que se atrevía a pasar horas con aquellos sucios y borrachos hombres, Su nombre era Mandy.

Mandy tenía un poco más de cuarenta años y trabajaba en ese bar. Ella era como una madre para Axel, lo conocía desde que tenía dieciséis, que fue cuando Axel comenzó a tomar y a fumar. Desde entonces ella se encargaba de llamar a la ambulancia cuando él o uno de sus amigos caía en coma alcohólico.

- ¡Hey! Miren quien apareció… - Dijo un chico rubio, alto de ojos verdes, mientras hacía su jugada con un taco de billar.

- Fredo, hermano. – sonrió Axel, haciendo esos típicos saludos de hombres.

- Ya te extrañábamos. – Dijo bromeando un chico moreno.

- Lo sé Carlangas, soy tu amor platónico. – Rió.

- ¿Por qué no me das un besito? – Dijo Carlos estirando los labios tratando de no reir.

- Guakala. - comenzó a reír. – Ni por más borracho que estuviera te besaría…

- Hey, Doson… ¿No piensas saludarme? – Dijo Mandy fingiendo estar enojada con las manos en la cadera.

- Pues, cómo no saludar a la mujer más bella de este bar. – dijo haciéndose el galán.

- ¿Qué te sirvo, cariño? – Dio media vuelta para volver a la barra de tragos.

- Lo de siempre.

- Doson. – Dijo Carlos.

- Qué.

- Fredy nos tiene una propuesta. – sonrió ampliamente.

- Pues dila. – musitó Axel, bebiendo un sorbo de su cerveza.

- Este fin de semana, nosotros tres, a Las Vegas. – Sonrió con picardía Fredy.

- Oye, no tengo dinero… Mi madre se pone cargosa con el tema de buscar trabajo. – hizo una mueca de asco.

- ¿No ayudabas a tu padre con la carpintería? – preguntó Carlos.

- Si, bueno lo hacía… Papá comenzó a quejarse por todo y dejé de ayudarlo.

- Pero eres muy bueno. – dijo Fredy.

- No para mi padre. – frunció el ceño mirando a un costado.

- Igual no te preocupes por el dinero… - dijo Fredy relajado. – Tengo tarjeta de crédito nueva. Además tengo un amigo que trabaja en un casino de allí, así que comida y bebida gratis hay, solo tenemos que llevar nuestros lindos traseros.

- Que no se diga más, nos iremos a Las Vegas. – Chilló alegre Carlos.

Fredy Mayers y Carlos Roe eran sus dos mejores amigos, tanto en las malas, como en las buenas.

Fredy es hijo de uno de los empresarios economistas más importantes de la ciudad de Nueva York mientras que su madre es una trabajadora social… por lo que habrán notado Fredy esta en un muy buen estatus económico, tanto como para despilfarrar plata a como se le de la gana.

Carlos era un poco más como Axel, con padres humildes que se esforzaban para que él y su hermano pudieran tener lo mejor y que no les faltase nada… pero como Axel, se dejó influenciar y terminó yendo al bar durante años a emborracharse. Su padre era médico cirujano, lo cual muy pocas veces podían verse y su madre trabaja en una casa de familia.

- Vayan a casa a preparar un par de ropas, saldremos en el vuelo de esta noche. – Dijo Fredy dejando el taco de billar a un lado.

Al parecer nada los detenía… ellos iban siempre por más.

Elizabeth esa misma tarde se reunió con sus amigas y conversaron de lo que sería el supuesto viaje, tenían arreglado estadía, comida y bebida, solo tendrían que pagar sus fichas si quisieran apostar y ganar algo más de dinero.

- Muy bien… - Dijo Camila. – Saldremos a la tarde noche, para llegar mas o menos a la madrugada.

- Ok. – Dijo una de sus amigas, Mia.

- Tranquilas aún tenemos tres días más para disfrutar. – Dijo Eli relajada.

- Genial, vayan a preparar sus bolsos para el viaje…

Eli volvió a casa, como toda mujer tenía que preparar us cosas 5 horas antes de viajar hasta decidir que cosas empacar.

*remeras.
*shorts.
*bikinis
*vestidos
*zapatos
*maquillaje

A pesar de que era la más seria de la empresa, no dejaba de ser una chica de 23 años que le gustaba salir. Arreglarse y divertirse con sus amigas.

Es más, en la oficina era otra persona distinta a la que sus amigas conocían, una Elizabeth divertida y festiva pero que dentro de todo sabía como comportarse. Eli, nunca bebía alcohol, menos fumar… no era que nunca hubiese probado pero era una chica muy saludable.

Como a eso de las una de la madrugada, Elizabeth terminaba de empacar y revisar todo para sus minis vacaciones en Las Vegas. Lo mejor de todo era que no tenía ni hijos ni mascotas, así que no se preocupaba tanto por la casa.

Espero a la llamada de su amiga y cuando la recibió tomó las llaves de su auto y salió con todo su equipaje ya en la maletera.

***

Cinco y cuarenta y cinco de la madrugada llegaban las tres chicas a la ciudad de Las Vegas. 

Todo era tan bonito y brillante, millones de cosas llamaban la atención de estas chicas que no dejaban de asombrarse por la hermosa ciudad.

Lo primero que hicieron después de recoger su equipaje fue: pedir un taxi para llegar al casino-hotel donde las esperaban.

Minutos más tardes y con todas las indicaciones necesarias llegaron al maravilloso casino-hotel más lujoso de Las Vegas, realmente estaban sorprendidas por tanto esplendor.

En cuanto a los chicos, prácticamente llegaron más antes que ellas, Fredy era un loco al volante en menos de un par de minutos de salir de casa llegaron al aeropuerto . Al llegar a Las Vegas, se dieron el lujo de apreciar todos los lugares y luego ir hasta el Casino donde trabajaba el amigo de Fredy.

- Wow, si que es hermoso. – Dijo Axel, apreciando el lugar.

- Esperen ahí viene Marco. – Susurró Fredy. – ¡Marco, viejo amigo! ¿Cómo estas? – Dijo mientras lo abrazaba en gesto de saludo.

- Freduard, tanto tiempo…

- Te presento a mis amigos, ellos son Carlos y Axel, él es Marco un amigo de la infancia. – Los presentó correspondientemente.

- Un gusto. –Dijeron los chicos al unísono.

- Vengan les mostraré sus habitaciones…

La locura en Las Vegas recién estaba por comenzar.

Siempre hay una primera vez.Where stories live. Discover now