Dieciocho.

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Cuando sintió un fuerte almohadonazo en su cabeza despertó, pero luego los sintió por todos lados. Trató de esquivarlos como pudo, no sabía de dónde venían.

- ¡Hey para! - Dijo tratando de sostener la furia de la chica.

- ¿Qué pare? ¡Te mereces que te corte las pelotas con un pica-hielo! - Gritó furiosa.

- ¿Qué pasó? - dijo adormecido.

- ¡Tus putas fotos! Eso pasó.

- Ah... - Alargó riendo. - Sería muy buen fotógrafo ¿no?

-¿Por qué demonios lo hiciste? - Gritó.

- Venganza. Estoy harto de tener que hacerme pasar por gay. - Frunció el ceño. - Deberías aceptar lo que pasó y ya.

- ¿Quieres que lo acepte? Ok. Lo voy a aceptar... pero te vas a arrepentir. - dijo amenazante.

Durante el resto del fin de semana y toda la semana siguiente no se hablaron y trataron de cruzarse lo menos posible. Otra vez la misma guerra. ¿Acaso no podían llevarse bien por una puta vez?

Eli canceló las citas con la Señora Wesley. Si tenía que empezar a asumir "que estaba casada" ese era el primer paso... no más concejos idiotas de una mujer que no la debe aguantar ni su propio marido.

Durante esa semana planeo su venganza y ya tenía dos posibles, pero sin duda a la número uno la dejaría para después y utilizaría la número dos, solo para comenzar con algo tranquilo.

Esperó pacientemente que llegara el sábado en la noche, Axel se iría al bar... ahí estaba su venganza.

Él pensó que Eli se había olvidado de su vengaza y dejó de preocuparse, ya había pasado una semana y ella ni si quiera lo miraba.

El sábado tomó las llaves de su moto y condujo hasta el bar.

Entró al bar y allí estaban sus amigos de siempre, más unos cuantos hombres con sus chicas, o como Axel les decía: "Sus putas".

- Hola Axel. - Dijo Carlos. - Te extrañé toda la semana, bebé. - Se burló.

- Ya, chiquita. - Lo tomó del mentón.

- Oye no te pongas melosa. - Se quejó Fredy riendo.

– Hay Axel para todos... – rió.

- ¿Por qué no venías? - Preguntó Carlos.

- Papá se puso pesado. - Bufó. - Tenía que hacer una puerta de algarrobo tallada para un super-millonario... - Frunció el ceño. - Papá enloqueció... juro que un día más y lo mandaba a la mierda. 

- Ya, hermano. - Fredy palmeó su espalda. - Tienes que ser paciente... necesitas el empleo.

- Lo sé, ya no lo aguanto y todavía me quedan tres meses. - bufó. - ¡Mandy! - Gritó. - Una ronda de Tequilas, muñeca.

Mandy hizo una mueca en señal de aprobación y luego apareció con una bandeja, una botella y tres vasos.

- Aquí tiene, guapos. - Dijo Mandy dejando la bandeja en su mesa habitual.

Jugaron un par de partidos de pool y después de que se olvidó de sus problemas puso un par de canciones en la rocola.

- Esa canción es mía, viejo. - dijo Fredy haciendo una mímica de guitarra con el taco de billar.

- Aumentale... - Gritó Carlos.

Axel le subió el volumen y luego volvió a la mesa tomando de un saqué el trago de tequila que quedaba en su vaso.

Siempre hay una primera vez.Where stories live. Discover now