Veintiuno.

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Axel quedó paralizado.

- Eli...

- Vete de mi habitación. - musitó ella.

- Deja que te ex...

- No me expliques nada. ¡Sólo sal! - Gritó y apuntó con su dedo hacía afuera.

Axel tomó su remera, sus jeans y salió lo más rápido que pudo.

Eli arrancó las sabanas con bronca y asco, y las tiró en el pasillo que conducía a su habitación.

Se tiró en su cama desnuda y por primera vez después de James quería llorar por una desilusión. Estaba totalmente desilusionada, porque pensó que él la recibiría de otra forma. Se hizo una ilusión a partir de nada. Ellos no tenían nada. Se había completado como una niña pensando que algo podría suceder... si él sólo era un mujeriego.

Tragó sus lágrimas y no dejó caer ninguna, no lloraría por él. No se merecía sus lágrimas. Tampoco debía llorar por que esto era su culpa, su maldita culpa.

Sacó ropa de cama nueva y comenzó a desvestirse para descansar de su largo viaje.

Axel se vistió y se sentó en el sofá pensando en lo que había sucedido.

Miró el desastre que había en la sala y se puso a limpiar un poco. ¡Cuando se había visto a Doson limpiar por propia voluntad! sólo dos veces: la vez que limpió junto a Eli y ésta. Estaba desesperado, quería remediar lo que había hecho, sentía esa obligación inexplicablemente. No aguantó más y dejó todo para golpear su puerta.

- Eli.

Nadie contestó.

- Elizabeth, abre.

- Dejame, quiero descansar.

- Quiero hablar contigo. - Sin esperar que dijera algo tomo el picaporte y abrió la puerta.

Eli estaba desabrochado su camisa justo cuando él entró. Los ojos de Axel volaron a su escote.

- ¡¡Oye!! - Gritó Eli tapándose. - Vete, te dije que no.

- Lo siento, debemos hablar.

- ¿No puede ser en otro momento?

- No. - Dijo él cerrando la puerta detrás suyo. - Lamento que hayas visto eso... yo me siento...

- ¡Espera! - Dijo ella sosteniendo su camisa con una mano y haciendo una señal de alto con la otra. - No debes darme explicaciones. Nunca debí confiar en ti, eso lo tengo por seguro - esa oración salió con una voz dura y fría. - Ya está, ya pasó... pero me vengaré. - Sonrió maliciosa. - Ahora vete, lo último que quiero hacer es ver tu cara.

Axel quedó sin habla, quería sacar a la luz el tema del beso, preguntarle por qué lo besó, y decirle que con ese beso el había sentido mil y un cosa por ella, y que las zorras con las que estuvo fue porque no soportaba el hecho de estar sin ella, pero se calló y decidió salir.

Tomó sus llaves y se fue al bar.

¿Por qué lo complicaba tanto? Por ratos se comportaba como una chica dulce y divertida, luego lo volvía loco y después podía ser la persona más fría y dura del universo.

Ya estaba oscureciendo y por más cansada que estaba se vistió con una blusa de gaza azul oscuro, jeans negros y tacones azules a juego con sus accesorios y llamó a James para que la fuera a buscar.

Quince minutos después Eli se estaba subiendo al auto de James. La oportunidad que tanto quería James, había llegado.

A pesar de que al día siguiente debería ir a las oficinas a presentar un informe general de la junta en Chicago, James la llevó a un bar donde después de las doce abrían una pista para bailar ritmos latinos.

Siempre hay una primera vez.Where stories live. Discover now