Everything i didn't say [VSG BOOK#2] #Wattys2015

Ultima Esperanza.

Capitulo Seis. 

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Después de que casi, en completo silencio Sawyer y yo beberíamos el te que había preparado, se ofreció a preparar algo para almorzar, cosa que agradecí, contando que la cocina nunca había sido lo mío y nunca lo será. Sawyer tomo del frigorífico un par de cosas y yo me limite a observarlo desde la distancia. Al final, habían una gran variedad de platillos frente a mi; salmón con pimiento, ensalada, entre otros. Tardamos mas en consumirlos, que en que Sawyer los prepararlos. 

Completamente satisfecha, me recoste en el respaldó de la vieja silla de madera y solte un suspiro. Me sentia inflada; mas de lo comun. 

—Gracias por la cena— susurre. 

Sawyer me mostró una pequeña sonrisa. 

—No es nada, fue genial estar solo los dos, como los viejos tiempo. 

—Si…

Hubo un segundo en silencio, en el que los ojos verdes de Sawyer enfocaron los míos. 

—Creo que es momento de que me vaya. 

—¡Oh!—salte saliendo del limbo.— claro, si, creo que si.

Ambos abandonamos la nuestros asientos y escuchando el campaneo de las brazas del fuego y el crujido del suelo bajo nuestros pies, caminamos hasta la puerta de la entrada. Abr la misma, percatándome de que la lluvia había parado   y lo único que quedaba como recordatorio del mal tiempo era el aroma a tierra mojada. 

Me vire sobre mis talones y plantee a Sawyer. 

—Gracias por venir, fue un gesto muy…lindo de tu parte. 

—No fue nada, en verdad. No debes impresionarte por cosas así. 

—De acuerdo— rei. 

Recordando a alguien, en algún lugar de New York, años atrás, diciéndome; “Estas chicas, tontas, se impresionan con facilidad.” 

—¿Estarás bien sola?  

—Soy mas fuerte de lo que crees. 

—Eso no lo dudo.— murmuro Sawyer tomando mi mano y acariciando mis nudillos. 

Tal acto, por mínimo que parezca, me hizo temblar y corto mi respiración de una manera tan electrizante, que me tuve que separar de golpe y dar un paso hacia atras. 

—Sam debe de estar por llegar, ya ha pasado un buen rato desde que la lluvia paro. Estaré bien. 

—De acuerdo. En ese caso, me voy.— asentí con la cabeza y deje que el chico depositara un pequeño beso en mi mejilla, antes de girarse y bajar por las escaleras del porche. 

Estaba por entrar, cuando vi a Sawyer detenerse y mirarme sobre su hombro. 

—Mi madre te quiere verte, solo quiere saludarte. Quizás no lo recuerdes, pero te quería mucho. 

Tarde un poco en contestar;

—De acuerdo. 

—Mañana, vengo por ti a las diez. 

—A las diez— asenti regalando una pequeña sonrisa de lado, antes de entrar a la cabaña Kennedy. 

Justin;

Casi a las ocho de la noche, hice girar el pomo de la puerta y entre a la calidez de la pequeña casa de Canada. El aroma a puré de papas y verduras vino a mi, seguido por las dulces voces de mis hermanos.