𝗔𝘁𝘁𝗮𝗰𝗸 𝗢𝗻 𝗧𝗶𝘁𝗮𝗻 | 𝗢𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀

Marco

Lector suicida

Esta fue la tercera vez este día. Te sentabas en tu cama con lágrimas manchadas de sangre y cabello desordenado y enredado. El instructor Shadis te había regañado de nuevo por estar tan atrasado en el entrenamiento. Los cadetes se reirían de ti por ser tan débil. Era cierto, eras mucho más débil que Armin.

Sacaste la hoja escondida debajo de tu almohada y dejaste escapar un grito. Empezaste a cortarte la muñeca una vez más, la sangre se filtraba por tus venas. Hiciste una mueca de dolor pero no prestaste atención mientras continuabas lastimándote. Cuando finalmente tuviste suficiente, lo volviste a colocar debajo de la almohada, dejando que las lágrimas cayeran continuamente. Entonces, sintió la necesidad de desmayarse.

Se escuchó un golpe en su puerta. Te tomó por sorpresa cuando alguien lo abrió, recordando que te olvidaste por completo de mirarlo. Miraste hacia arriba para ver a Marco irrumpiendo y mirándote en estado de shock.

"Marco ..." murmuraste suavemente mientras dejaste que la oscuridad se apoderara de ti y perdiste la conciencia.

Abriste los ojos y lo primero que viste fue el techo.

"(T / n), finalmente estás despierto. Gracias a Dios". Se puede escuchar una voz desde el costado de su cama.

"¿Dónde estoy?" Preguntas sin mirar a la persona que posee la voz familiar.

Estás en la enfermería. Él dice. Miraste tu muñeca para encontrarla vendada.

"Gracias, Marco." Tu dices.

"Solo, no te lastimes nunca más. Si lo intentas, te detendré, así que prométeme que no lo harás". Él suspira.

"Está bien, lo prometo." Suspiras derrotada.

"Bien. Ahora, descansa un poco. Te traeré algo de comer." El sonrie.

"OK gracias."

"Por cierto, tiré la hoja solo para estar seguro." Dice, abriendo la puerta.

Cuando finalmente salió y ya no pudiste verlo, dejaste caer las lágrimas. Nadie fue lo suficientemente valiente como para detenerte o preocuparse por ti antes. Marco ni siquiera era un amigo muy cercano para ti. Hablarías de vez en cuando, pero no siempre. Te puso nerviosa saber que se preocupa por ti.

"Aquí." Dice entregándote una bandeja, sin saber que había vuelto a entrar en la habitación.

Le agradeciste suavemente antes de agarrar la bandeja. Él sonríe ante tu figura y se siente complacido cuando finalmente comenzaste a comer.

"La expedición es la semana que viene, ¿eh?" Dice de repente.

"Sí ..." Frunces el ceño en respuesta.

"Bueno, supongo que me iré. Tengo que encontrarme con Jean en el comedor." Dice, sonriendo tímidamente.

"Espera, déjame decirte algo primero." Tragaste saliva.+

"¿Qué es?" El sonrie.

"G-Gracias por salvarme, M-Marco."