Capítulo treinta y dos

64 5 0
                                    


"La mentira es un triste sustituto de la verdad, pero es el único que se ha descubierto hasta ahora".

Elbert Hubbard

Me encontraba parada en un puesto de comida, fui por una botella con agua, para ahogar el mal rato que Enzo y Aarón me hicieron pasar en el juego.

—Gracias por sacarme de ahí—le dije a Laura

—Descuida. Es lo menos que podía hacer. Tú has sido buena conmigo y honesta.

Ni conmigo había sido honesta.

Mentía, más que todos en el pueblo, pero era lo único que podía hacer, para ver cumplidos mis objetivos.

Laura era una buena chica, pero tomaba malas decisiones, y había sido así desde que la conocí, hacía tres años, cuando me escapé y vine a conocer el pueblo, para ver si era cierto lo que mi madre me dijo. La conocí en una fiesta en el lago, estaba borracha y apenas podía estar de pie. La ayudé a sentarse. Es por eso que trató de reconocerme cuando nos volvimos a encontrar meses atrás en otra fiesta.

— ¿De verdad estás saliendo con Enzo? —me preguntó trayéndome de vuelta a la realidad

Asentí

— ¿Es muy difícil de creer?

—No, pero yo pensé que no te agradaba.

—Resultó que tenemos muchas cosas en común y nos encontramos en la escuela, compartimos clases juntos, en fin, una cosa llevó a la otra y aquí estamos.

Traté de sonar lo más convincentemente posible.

Ella sonrió

—Lo que no me creo es que tú y Gerardo estén saliendo.

Suspiró

—Sinceramente es algo que no me esperaba. Después del incidente del Lago, Gerardo estuvo ahí, conmigo, todo el tiempo. Entonces, me puse a pensar que él siempre ha estado para mí en todo momento, desde que éramos pequeños. Así que decidimos darnos una oportunidad.

— ¿Estás segura de lo que estás haciendo?

Asintió

— ¿Eres feliz con él?

—Sí. Ya veremos a donde nos lleva esto.

A nosotros se acercaron los chicos, los cuales se veían un poco más relajados, pero con ellos no venía Gerardo.

— ¿Dónde está Gerardo? —les preguntó Laura

—Pensé que estaría con ustedes, después de que se fueron fue detrás de ustedes.

Debió usar eso como distracción para alejarse y contarle a Max lo que pasó

—Seguramente, debe de estar buscándonos como loco por toda la feria

— ¿Podemos hablar? —me preguntó Enzo

Asentí

Miré a Aarón y a Laura

Enzo me tomó del brazo y me apartó de ellos

—Quiero disculparme por mi comportamiento. No volverá a pasar. Aarón y yo hablamos y ya no pasara, pero tampoco seremos amigos.

—Está bien. Sólo quiero que esto no se repita, porque no seré la responsable por una pelea entre chicos.

Me abrazó

— ¿Estamos bien?

Asentí

Él sonrió y me besó con ternura.

Perverso SecretoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz