¡Hola!

2.1K 205 38
                                    

Tus ojos están afectados por la señal, tiene que ser eso, ¿una alucinación tal vez?, podría ser, si no, ¿Por qué estaría el niño hablándote? ¿Qué carajos esta pasando? ¿La vejez te está afectando? Muchas cosas al mismo tiempo. Mejor calla tu cerebro atrofiado y fíjate en la que tienes enfrente, en el piso, o lo que sea.

Sus ojos verdes brillantes te están mirando, se quitó su bolsa de la cabeza y dejó que el agua torrencial se la llevara, las gotas caen en su pequeño rostro, pero no parecen molestarle. Al fin te concentras y escuchas su voz.

- ¡OYE! – te grita desde el suelo – ¿Escuchaste algo de lo que te dije?

- ¿Qué?... – Al fin le respondes, el te mira confundido y al parecer, con algo de frustración, efectivamente, no escuchaste una mierda de lo que sea que te dijo, estabas muy ocupado pensando y ahora, procesando la situación tan irreal que estabas viviendo.

- Es enserio... bueno, te digo otra vez – se acomoda su abriguito y su voz, - ¡Hola! He venido porque quiero terminar con esto.

¿Acabas de escuchar bien?

- Terminar... ¿Qué? – No comprendes, y al parecer, el enano tampoco comprende lo que acaba de salir de su boca.

- Em... verás... he viajado por muchos lugares de eta ciudad, y quiero que me ayudes, no me gusta como se ve este lugar, quisiera cambiarlo...

- O-Oye niño... ¿me puedes explicar a qué carajos te refieres? – No entiendes nada.

- Oye no seas grosero – te regaña – em... he venido de muy lejos, no se porque, pero se que es por algo, algo me trajo a este lugar, no se que pasa, pero algo está muy mal aquí y creo que podemos arreglarlo.

- Poder.... ¿Podemos?

- Si! ¡Te he visto! Lo que haces con tus manos, atravesar paredes, y cambiar las cosas. Yo también puedo hacerlo, aunque no como tú, pero un poquito.

Todo esto te parece tan absurdo, tan raro, aún no lo puedes creer, ese pequeño al que perseguiste y casi mataste en otras ocasiones, ¿ahora te está pidiendo ayuda?

- O-Oye... no sé de qué estás hablando, pero si vienes por ella, te advierto que, si me la llevé, lo hice por tu bien – Volver al tema, ¿para eso llegó el hasta ahí no? -

Él te mira confundido.

- ¿E-Ella? ¿De quién hablas? -

Espera un momento.

- De Six, no me quieras ver la cara, para eso viniste acá ¿no? Para salvarla. -

- ¿S-Six? Nunca oí eso antes -

¿Está hablando enserio? 

- ¿No sabes a que viniste? -

- Pues... sí... vine a hablar contigo, creo que es un poquito obvio -.

. ¿Y- y tu compañera? -

- Cual compañera... yo siempre estoy solo, vine solo hasta acá. -

Haces un recuento, y ahora que recuerdas, esta vez no te llevaste a nadie, no hay nadie dentro de la torre, solo saliste a "enfrentarlo", a fallar y morir. ¿Qué fue lo que pasó?

La lluvia no para, y parece que empeora, la sensación de alguien agarrándose de los talones de tu pantalón te hace volver a ver hacia abajo. El niño se está aferrando a ti, la lluvia se lo esta llevando, y el se agarra a ti para no ser arrastrado por la corriente, parece una exageración, pero en realidad, teniendo en cuenta su tamaño, y el estar descalzo, no son de mucha ayuda es esa situación.

- ¡Ey! ¡Una ayudita por favor! -

No sabes como reaccionar, aun tratas de darle una razón a todo lo que pasa, pero ahora eso no importa.

Tomas al niño de la parte larga de su abrigo, levantándolo, no con tanta delicadeza que alguien de su tamaño necesita, pero lo suficientemente rápido como para que no se convierta en papel mojado.

Sin muchos lugares a donde ir, te transportas al edificio mas cercano a la torre de señales, uno cuyas condiciones no son tan devastadoras, y entras a una de las pocas habitaciones que aún se pueden habitar.

Por tu forma y lo que ahora eres, no tardas nada en deshacerte del agua que te cubre, suerte que el pequeño no tiene y esta todo mojado, y al filo de lo imposible en su abrigo, ya que tiene medio brazo fuera y no se puede acomodar.

Lo sueltas para que caiga al piso, cae de pie.

Cuando se incorpora, se vuelve a ti.

- ¡Gracias! Bueno, retomando el tema... -

Lo detienes.

- Oye, mira niño, no sé qué quieres, ni como diablos llegaste acá, pero, déjame... ordenar un poco mis ideas... ¿sí? -

- Oh... está bien... disculpa... yo tampoco entiendo muy bien que pasa. -

Bien, ahora están iguales.

- Quédate aquí y descansa, volveré, tengo que hacer algunas cosas. – Si, mucho por pensar.

- Okey. Por cierto, me llamo Mono.

Al estar fuera de la habitación, solo piensas: "Lo sé" y te vas, dejando solo al niño y a punto de preguntarte tu nombre.

- Oh... bueno, supongo que será para la próxima.

El niño pone su abrigo en una silla, se mete en la cama y mira al techo, para luego quedarse dormido.

Little Things (Little Nightmares)Where stories live. Discover now