Little Things (Little Nightmares)

Confíen en mi...

POV Six

- ¡No quiero! – corres.

- ¡Six! ¡Es necesario! – toma un respiro - ¡Solo te has bañado 2 veces este último mes!

Jamás, bañarse es para los débiles.

Al parecer, no te das cuenta de que hueles a pescado.

Roger lleva 1 una hora persiguiéndote, entras a la cocina.

Estas a salvo... o eso crees.

Hasta que una mano regordeta te atrapa. Es Willy, has sido capturada.

- ¡PERO PORQUÉ! – rayos...

- Perdón Six, pero es que ya hueles muy feo – te responde tu gran amigo.

- Eso y que nos van a regañar si te seguimos encubriendo la peste – ahora habla Wilson.

Los chefs son de tus mejores amigos, y casi siempre te ayudan o te esconden es tus travesuras, pero también tienen que cumplir su trabajo.

- Gracias chicos – dice Roger, quien está llegando.

Los chefs te entregan, se disculpan contigo, no hay problema, los quieres mucho.

Tu único problema es el baño, no eres muy fan del proceso.

Se encuentran con Dami en el camino.

- Al fin, ya era hora – pasas a sus manos, Roger les dice que las ve después.

Juntas van al baño.

- ¿Por qué tengo que hacer esto? – preguntas molesta.

- Pues... aparte del hecho de que hueles muy mal... tienes que empezar a cuidarte un poco más –

Te enojas, pero tiene razón, estas mugrosa.

Llegan al baño, es hora de dejar la peste.

Tiras tu ropa sucia a una canasta y te metes a la tina.

Mientras das vueltas en el agua miras a Dami, está buscando ropa en una pequeña caja.

- ¿De quién es todo eso? – tienes curiosidad.

- Mío, o bueno, era mío. Ahora tú lo puedes usar –

- ¿De verdad? ¿Eras tan pequeña? –

- Pues sí, no siempre fui una adulta ¿sabes? –

No habías pensado en eso... que raro.

- Pues no tengo gran cosa, pero tengo esto – te enseña un pequeño vestido, muy simple, totalmente blanco – no es la gran cosa, pero si te sentirás muy cómoda, y se verá muy bonito con tu cabello. –

Excelente, ya estabas un poco aburrida de tu suéter azul oscuro y ese vestido es bonito.

Mientras te ayuda a bañarte hablan de cualquier cosa.

Después de un rato sales, con tu nueva prenda puesta.

- ¡Qué bonita te vez! – te dice Dami muy entusiasmada –

Y es verdad, te sientes... bonita.

- Solo una cosa más – se acerca a un cajón y saca de ahí unas tijeras. Ese pelo en tus ojos esta de sobra.

Un cortesito por aquí, otro cortesito por acá. Listo.

Ella te levanta y te lleva enfrente de uno de los espejos rotos, aún hay trozos de este en el marco, muy pequeños para verse ella, pero de buen tamaño para que te veas tu.