Little Things (Little Nightmares)

La oportunidad

Él está sentado en una silla.

Ella observa desde su balcón.

Su vida, su existencia, se basó en estar ahí, mirando al vacío.

No tenían propósitos, no los necesitaban, ¿para qué tenerlos? Si nunca podrían cumplirlos.

Por mas que intentaran cambiarlo, por más que intentaran ignorarlo.

No importaba a quienes tuvieran de lado, no importaba a quienes tendrían que someter, no importaba a cuantos tendrían que matar.

Por mas almas que absorbieran, jamás volverían a sentir las suyas.

Aquella extraña energía, cuyo origen desconocen totalmente, los mantenía ahí, en ese papel, sin razón aparente, condenados a sufrir y ha esparcir el sufrimiento, a perseguir y ser perseguido, ser cazador y a la vez presa, a tener esperanza y perderla, a fallar y morir dolorosamente, para luego repetir el mismo ciclo una y otra vez.

Llegado a un punto, pensaron en terminar definitivamente con ellos mismos.

Sin embargo, por alguna razón, no podían, algo les decía que no lo hicieran, algo en su interior les suplicaba, algo les transmitía una esperanza.

Pero ¿de que servía? Si solo les causaría mas dolor y frustración el saber que son esperanzas vacías.

Intentaron buscar apoyo en aquellos que tenían cerca, quizá una gran intervención serviría. Error, como todo lo que alguna vez se les pudo ocurrir.

¿Por qué algo habría de funcionar ahora? ¿Por qué tendrían que esperar que algo bueno pasara?

Y contra cualquier pronostico que pudieran imaginar, pasó.

No saben cómo, no saben por qué, ni cómo es que al destino se le ocurrió hacerlo.

Pero están ahí, como pequeños destellos, salidos de la nada, pero hermosos y llenos de luz.

Dos pequeños seres que son parte del pasado, y que tiene la oportunidad de un futuro.

Están limpios, sin rencores, sin odio en sus corazones, sin algo que los quiebre... son almas puras, a diferencia de ellos que no tienen nada por dentro... o eso pensaban.

Fue en ese momento, cuando los tuvieron en las palmas de las manos, diminutos y frágiles, que se dieron cuenta.

Están ahí, coexistiendo en el mismo espacio, sin saber cómo.

Ellos no ven que son monstruos los que los sostienen; se aferran, los miran, les sonríen, con esa inocencia que, en un mundo lleno de oscuridad y bestias, se podría considerar perdida totalmente.

Ahora él está sentado en una silla, pero con un pequeño amigo al hombro.

Ahora ella observa desde su balcón, pero con una pequeña amiga en brazos.

Ya no miran al vacío, ahora miran hacia el frente.

Al principio, no lo supieron ver.

La oscuridad en sus corazones, se convierte en la esperanza que habían perdido.

Ese es el momento, el que tanto habían esperado, el que tanto habían buscado.

Esta es la oportunidad.