Little Things (Little Nightmares)

Caminos IV

POV Dama

- Mi señora... por favor cálmese... -

- No me puedo calmar ahora. –

- Six... por favor... - dice Roger.

- ¡Roger es en serio! ¡NO PUEDO ESTAR TRANQUILA AHORA! –

Tu estómago y tu pecho están hechos una revoltura de emociones. Sientes tristeza, nervios, esperanza, miedo, felicidad y frustración... todo al mismo tiempo.

- Niña, escúchanos un momento. –

- No quiero escuchara a nadie. –

Roger gruñe.

- Pues mala suerte, nos vas a escuchar ¡Quieras o no! –

Se aproxima a ti y te toma de la mano, obligándote a sentarte en una silla.

- Muy bien niña, ahora escucha muy bien lo que te vamos a decir. –

Te quedas con los brazos cruzados.

- Six... sabemos perfectamente que te sientes muy mal en estos momentos... pero necesitas calmar tus nervios. –

- Mi señora... está a solo un paso a acercarse al... señor... pero no puede darse el lujo de verse débil ante él. –

- ¿A qué te refieres? – preguntas, confundida.

- Mi señora... no nos quiera ver la cara de tontos. – dice Bellman.

- Six... siempre nos dijiste lo mucho que lo extrañas, que desearías poder hablarle y abrazarle, igual que cuando eran niños. –

Eso es verdad... en algún momento lo has dicho.

- Pero debes aceptar... que él no lo hará... nada de eso. –

Maldita sea...

La verdad duele, y mucho.

Pero aún así, no puedes echarte para atrás, ni dejar tus esperanzas de lado, no estando tan cerca.

- Lo sé... siempre lo he sabido... pero no me detendré. Tarde o temprano tendré que dar la cara. –

Te levantas de la silla, no te sientes bien estando sentada. Miras a los otros dos, ambos con cara de preocupación.

- Mi señora... por favor. Tratamos de protegerla. –

- No tienen que protegerme. – dices.

- Six... -

- ¡Ya se los he dicho! Ya no soy una niña, puedo cuidarme sola. –

- Six, no es eso. – dice Roger.

- Chicos, por favor... necesito pensar, ¿me pueden dejar sola un momento? –

Abres la puerta y hacer gesto de que se vayan. En serio... necesitas poner en orden tus ideas.

Roger y Bellman se van a regañadientes. Cierras las puertas detrás de ellos.

...

- ¿No vas a bajar a cenar? – te pregunta Roger, abriendo un poco la puerta.

Ya pasaron unas horas, sigues encerrada en tu habitación. No has salido para nada, estas demasiado ocupada contemplando el vacío, analizando cada posibilidad que pueda presentarse.

- No tengo hambre... - contestas simplemente.

Oyes que la puerta se cierra, esperas que ya se haya ido.

Pero no. Cuando voltas hacia un lado, lo vez parado a lado tuyo.

- Roger... -

- "Roger" nada. Necesito hablar contigo. –