Little Things (Little Nightmares)

Un viaje corto

De vuelta a la maldita torre.

Al caminar pasas por la escuela, ahora que lo piensas, no sabes si Mono sabe leer o escribir, tú no sabías.

Mañana lo llevarás con Ann después de practicar un par de cosas.

Llegas a tu "casita", la puerta se abre y se vuelve a cerrar detrás de ti, miras el interior, muchas puertas, muchas habitaciones, objetos levitantes.

Miras el interior de un cuarto, hay muchos juguetes, cuando Mono sea capaz de resistir la influencia de la torre lo llevarás ahí.

Recuerdas muy bien ese lugar, ahí fue donde la viste, convertida en un monstruo deforme, con esa cajita musical; fue tan duro para ti, creíste perder a tu amiga, o a quien creías tu amiga, intentaste salvarla, aunque eso te costara tu propia vida, cuando creíste que finalmente serían libres, en el momento justo antes de lo pensabas que iba a ser felicidad... ella te soltó...

¿Porqué? ¿Por qué me hiciste esto? ¿No éramos amigos? ¿Hice algo mal? ¿Estuvo mal buscarte? ¿Estuvo mal romper la caja? ¿Estuvo mal querer tenerte de vuelta?...

¿Estuvo mal querer salvarte?

Sigues tu camino hasta tu "cuarto", que no es mas que la habitación vacía, con tu fiel silla al centro, te sientas, no usas cama, no es necesaria para ti, con los años te adaptaste a dormir sentado.

Ni siquiera has cerrado los ojos, cuando la torre te habla.

- No fastidies ahora, estoy cansado –

Se escucha un rugido, la torre no emite palabras, solo sonidos, pero puedes entenderla.

- Bueno pues, dime que quieres –

...

- No, no lo traeré, menos sabiendo lo que puedes hacer –

Ese lugar es capaz de corromper y quebrar la mente de quien quiera, tú ya eres lo suficientemente fuerte como para que lo que te diga te entre por oído y te salga por el otro, pero Mono no, aunque bueno, si lo piensas un poco...

Mono no está deprimido, no esta triste, no está débil de alma y mente, no tiene ningún recuerdo traumatizante, no hay nada que lo pueda hacer sucumbir. Aun así, prefieres no arriesgarlo.

La torre vuelve a rugir.

- Mira no me molestes ahora, o vas a ir a buscar tu comida tu sola... oh espera, NO PUEDES – maldita masa carnosa con ojos.

La torre se ofende, demostrándolo dejando caer una silla sobre tu cabeza.

- Haz lo que quieras, ahora con menos razón lo voy a traer hasta acá –

Que se valla al diablo, cierras los ojos de nuevo dispuesto a descansar, otro objeto te cae en la cabeza, la torre no tiene intenciones de dejarte en paz.

-Maldición – Será una larga noche.

POV eres Monísimo

- Que raro, ya debería haber llegado ¿no? –

Sueltas el crayón que tienes en las manos.

Te vas hasta la sala del lugar donde estás, arrastras una silla para poder subirte a la ventana, no hay señales de tu alto amigo.

Miras la televisión, tampoco nada.

El sol salió hace un par de horas, te levantaste energético como siempre, saliste de la cama y te pusiste tu abrigo, buscaste a tu amigo, pero no había llegado aún; generalmente cuando te despiertas ya está ahí, incluso es él quien te despierta en ocasiones, pero esta vez, no lo encuentras por ningún lado.