Little Things (Little Nightmares)

Improvisando

Huelen eso? Es es olor de un capitulo hecho con las patas debido a que no tenía en que enfocarme... ojalá al menos ser rían. ;---; y si... por eso el título xd

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...

Six...

Six...

... ¿Six?... ¿Qué estás haciendo?...

La miraste... esperando...

- Six... por favor... -

Por favor...

...

POV Thin

Carajo... ¿otra vez?...

- Que mierda me está pasado... -

¿Todos los días te va a estar pasando esto?... ya casi viste todo el maldito camino que hicieron.

- ... ¿Tienes algo que ver en esto?... – le preguntaste a la torre.

- No sabemos de qué nos hablas... - te respondió.

- Ajá... si claro... -

Esto lleva días, ya te está sacando de quicio.

- Muy bien... ¿ya me van a decir que les pasa?... –

...

- Hmmm... estoy esperando... - le dices.

...

- Carajo... -

Vas a decirme que carajos te pasa... algún día lo harás.

...

Ya fuera de la torre, te estiras como un gato, buenos días señor sol.

A ver, ¿Qué tenemos planeado para hoy?... así es... nada. Vamos por el enano y el puto.

Llegas a la casa de Mono y Carl y entras; lo primero que vez al entrar es la sala, todo bien, todo correcto.

Vas a la habitación, esperando ver a Mono en su cama y a Carl de cabeza en el sillón, no tienes idea de cómo se pone en esas poses mientras duerme.

Sorpresa... no hay nadie...

- ¿Ahora?... y estos a donde se fueron... -

¿Por qué les gusta tanto desaparecerse? Como cae mal que hagan eso.

- ¿Chicos? ¿Dónde están? –

Paseas un poco, el lugar es super pequeño, no hay casi nada para buscar.

Abres la puerta de la cocina... nada... abres la puerta del baño... tampoco. Solo hay un lugar: el pequeño armario que está en medio del pasillo.

Cuando te acercas escuchas ruidos desde adentro...

Ja, si se van a esconder mínimo sean más discretos.

Ya ibas abrir, y entonces...

...

- ¡AAAHHHH! – gritaron dos seres que se te fueron encima, uno pequeño a tu pecho, y el más grande a tus pantalones.

- ¡QUE MIERDA! – gritaste, para luego caerte de trasero en el piso, con los pantalones abajo.

- ¡Bromita! – gritó Mono.

- Bromita. – dice Carl, así bien chistoso, sacándote los zapatos... ¿para qué?

- ¿Y puedo saber por qué? – preguntas con curiosidad.

Carl y Mono se miran y piensan.

- No saben por qué... ¿verdad?... –