Entonces te das cuenta (1/2)

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POV... pa que si ya sabes quien eres c:

Después de un rato llegan, están en la zona de los televidentes, pensabas llevarlo a la torre, pero te da temor que sea demasiado para él, lo fue para ti.

Tienes curiosidad, el te dijo que podía hacer cosas como las que tu hacías, no a tu mismo nivel, pero podía, quieres comprobarlo.

A lo largo del tiempo que no pasa, y a veces que te has encontrado con él, notas que a veces, el poder suele ser mayor o menor, no sabes bien a que se debe, hubo veces que te tomó mas tiempo, otras en que fue bastante fácil; quieres saber a que nivel trae el poder ese niño.

Cuando llegas, ves a los pobres televidentes, pobres, porque alguna vez fueron los mas humanos, ahora, ni siquiera tienen un rostro y viven únicamente para ver estática en la televisión. A veces te sientes culpable, sabes que cierta parte de la culpa es tuya.

Mono observa a su alrededor, algo tranquilo, no como en el hospital, lo notas por su cara, no debió ser una zona muy complicada de pasar, es bastante fácil evadir a estos seres.

- ¿Qué hacemos aquí? –

- Necesito que hagas algo. – ya explicamos a que vinieron.

- Este lugar es raro -. Casi todo en la ciudad pálida es raro. - ¿Por qué esta todo así?

- ¿A qué te refieres? – preguntas

- Todo tan... roto... no hay calles derechas, hay huecos gigantes, ¿Qué fue lo que pasó? -.

Esto tiene una explicación: Después de haber reiniciado tantas veces, Thin Man decidió intentar cambiar las rutas, con la esperanza de quizás, poder alterar el final, eso y en conjunto de que, una vez convertido en lo que es, al momento de crecer el, también lo hacían sus poderes, y era difícil controlarlos.

De ahí que la ciudad esté así, todo ese caos lo hiso él, el poder alterar la realidad y lo que lo rodea es muy gracioso, pero peligroso. Conforme pasaba el tiempo, y mas intentos hacía, poco a poco la ciudad se transformó, al día de hoy, ya no se parece en nada a lo que alguna vez fue.

- Digamos que... cuando practicaba lo que sé... a veces no me controlaba...- dejémoslo simple para el enano.

- Yyyy... ¿no te gustaría arreglarlo? – Mono te mira, tu te sorprendes, ¿en serio cree que este lugar tiene esperanza?

- Pues... no lo había pensado, pero dime, ¿Por qué quieres... salvar este lugar?, míralo, no hay ningún tipo de oportunidad para nadie aquí, todos estamos... mal.

Mono te mira, otra vez, pero con atención, después piensa.

- ¿Qué? –

-Pues yo no te veo tan mal, el doctor tampoco se ve pésimo, así que no se a que te refieres con... estar mal. – Lo comprendes, para un adulto, puede haber 1000 cosas que están mal, pero para un niño, de esas 1000 cosas que están mal, pueden surgir 3000 cosas buenas. Tu también intestaste pensar así cuando te quedaste encerrado en la torre.

-A ver niño... contéstame una cosa – Lo pones de pie encima de un auto destrozado – Dime... ¿Qué es lo que planeas con este lugar? –

Mono se sienta y te cuenta su historia:

No recuerda nada, no sabe quién es, no sabe si tubo papás, no recuerda haber ido a la escuela, no recuerda haber tenido amigos... no sabe nada de sí mismo.

Su memoria empieza al despertar en el bosque, no tiene idea de que hace ahí, ni de como llegó, pero decide avanzar, con mucha confianza, como si algo le dijera que debe hacerlo, entonces avanzó, pasó por el cazador, el estruendo de las balas contra las cajas de madera fue aterrador.

Con los pies y la ropa mojados entró a una pequeña cabaña, vio un arma, quiso disparar, pero es difícil sostener una escopeta el solo, a duras penas lo logró, la bala fue a parar a la rodilla del cazador, ya que no pudo levantar mas el cañón, al cazador se retorcía, mal herido, pero vivo.

Mono aprovechó esa oportunidad para escapar encima de un pedazo de puerta que había cerca del agua.

Se dejó llevar por la corriente, cansado se quedó dormido encima de dicho pedazo de madera, se despertó unos minutos después, por el golpe este contra la arena, se levantó y siguió el camino.

Llegó a la escuela, había lo que parecían mas niños, se emocionó, ¿algo de compañía? Error, que complicado fue escapar de un grupo de simios de porcelana con forma de niños, más aún cuando intentaron colgarlo para hundirlo en un inodoro.

A duras penas lo logró, a punta de martillazos, literalmente, lo peor fue la maestra, que lo intentaba pescar como lobo a su presa, a ella no la detuvo el martillo, corrió tanto como los pies se lo permitieron hasta que calló en la basura, ahora estaba mal oliente.

Los maniquíes, horror, el doctor, pues ya sabemos cómo terminó.

Llegó, el momento en que te vio, para ti no fue nada nuevo, para él, algo mas de lo que huir, o bueno, eso pesabas.

Mono te cuenta que, durante la persecución, quiso hablarte, talvez gritarte, resulta que el te había visto antes, en la ciudad había dibujos de ti, y en la tele, aparecías por momentos, no recordabas nada de eso, lo hacías para no aburrirte.

El interpretó que eras algo así como un jefe, alguien que dirigía o controlaba la ciudad, que de alguna forma lo eras, por eso quiso interactuar contigo.

Según el, tiene una razón para haber llegado a la ciudad, y llego a la conclusión que, tal vez, sea para ¿arreglarla? Y por eso quiere tu ayuda.

Cuando lo piensas, tiene sentido, el no esta atrapado en la torre, no tiene razón para pelear contigo, y lo mas importante, no hay alguien que le cause el daño tan grande que a ti te hicieron.

Mono termina, te ha contado todo lo que quería. Entonces te das cuenta.

- Bueno niño, esta bien, tal vez te ayude -.

Mono se emociona.

- PERO... tenemos que prepararte, la ciudad no está así por nada, si quieres hacer algo por ella, tienes muchas cosas por aprender -.

- Si si, esta bien, haré lo que necesite -.

- Bueno, primero que nada, hay que entrenarte, ¿dices que tienes habilidades como las mías? -.

- Sip – dice Mono, confiando en sí mismo, sabe que no puede hacer mucho, pero confía en que podrá hacer algo bueno por ese lugar.

Tú, lo vez llenarse de energía, y sonreír, cosas que hacía mucho tiempo habías dejado atrás, pensando que ya no tenían utilidad en tu miserable existencia, ahora había alguien que te las transmitía, alguien que no tiene ningún mal dentro, alguien que sigue teniendo un alma intacta.

- Bueno niño, vamos, tenemos trabajo que hacer -.

Esta vez no lo tomas con tu mano, al extender tu brazo, él se sube en la palma de tu mano, escala y llega a tu hombro, donde se sienta, dejas que se quede ahí.

Es hora de empezar.

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Little Things (Little Nightmares)Where stories live. Discover now