Little Things (Little Nightmares)

Ella es hermosa

POV Mono

Han pasado un par de días, has avanzado en tu aprendizaje, Thin te ha enseñado varios trucos: escape, defensa, teletransportación.

Ya eres un niño más completo.

Te despediste de él como en todas las noches y te acurrucaste en tu camita.

Pasó un rato, esperaste a que él se fuera completamente.

Luego, te levantas y vas por tu "equipo".

Una mochila, dentro de ella llevabas dulces; los cuentos que te leyó Ann dicen que a las princesas se les lleva flores, pero por más que lo intestaste, no encontraste ninguna, después buscarás, la ciudad necesita algo de color.

Volviendo al tema, dulces, ¿a quien no le gustan? Es perfecto, al menos por ahora, te pusiste tu gabardina (así se llama tu abrigo largo) y aditamento nuevo: una bolsa, exactamente como la que tuviste y dejaste que la lluvia se llevara, sentiste que la necesitarías, y buscaste un reemplazo, lo último, una linterna guardada.

Ahora sí, bolsa en la cabeza, bien abrigado, y mochila al lado, te acercaste a la tele.

Pusiste tu mano en la pantalla, Thin te enseñó a sintonizar, de manera que no caigas en lugares al azar.

Figurado el lugar, dejas que la señal te lleve.

No sales disparado, caes ileso, la tele está bien, bajas el volumen de esta todo lo posible, de manera que la puedas dejar encendida.

Espías la entrada, nadie viene, de hecho, está todo muy callado, es de noche, deben de estar todos bien dormidos.

Ya estás aquí, miras algunos carteles que ahí hay, lees: "Las Fauces" dice en letras grandes.

Ahora a recorrer, prendes tu linterna, a diferencia de la otra vez, todo está oscuro.

Debes ser sigiloso.

Alumbrando ves un mapa, una mejor visión del lugar.

Analizándolo, determinas donde estás, muy profundo, es necesario subir.

Sigues caminando y ves una cuerda larga que va por un conducto, al acercarte te percatas de que hay pequeñas bolsas de tu tamaño colgadas, son varias y están en fila, avanzando un poco ves que van hacia arriba, hacia otra estación.

La cuerda no se mueve, por lo que decides irte balanceando entre cada bulto, te sorprendes por la vista, el lugar es inmenso, te atreverías a compararlo con la ciudad.

Ves cuanto has avanzado, no es mucho, pero falta un tramo muy largo.

Acortemos el camino, fijas la mirada en la siguiente "estación", algo de estática y listo, ya estás en el lugar.

Huele mucho a pescado y carne, ves varios de bultos apilados, algunos abiertos, otros siguen sellados.

Revisemos un poco, el lugar también está oscuro, pero escuchas un sonido, ¿ronquidos?

Te diriges al lugar de donde vienen, la puerta está entre abierta.

Hay dos... ¿personas?... acostadas en una cama, durmiendo, por la oscuridad no alcanzas a verlos bien, pero son muy grandes y gordos.

Mejor dejémoslos soñar.

En el camino entras a una cocina, una GRAN cocina, hay ollas, estufas, platos, carne, verduras, y un gran fuego encendido.

Todo muy bonito, sí, pero no hay señales de lo que buscas.

De pronto, vuelves a ver a los seres blancos y de cabeza cónica, no te han visto.