Los Privilegiados

El juego de Minos

El juego de Minos

Aún los jóvenes estaban frente al pequeño compartimiento que comunicaba con algún sótano oculto, o al menos eso dedujo Evan, que observaba satisfecho todo lo ocurrido.

Cuando el polvo, que se levantó al caer el pesado y destartalado mueble, se disipó, Minos cruzó el umbral del cuarto y con una voz molesta, preguntó:

—¿Qué fue todo ese estruendo? —Las imágenes que surgieron ante él fueron suficientes respuestas, así que guardó silencio y se quedó observando.

—¿Quién será el primero en bajar? —preguntó Elijah animado—. Si aquel individuo se encuentra esperándonos, no nos dará tiempo de reaccionar. Hay que pensarlo bien.

—Yo sé quién se debería de arriesgar, si de todos modos su vida no vale nada —soltó Minos mientras apuntaba con un dedo tenso de rabia hacia Evan.

—Iré yo —interrumpió Gia con voz grave y decidida.

Elijah pareció dudar:

—No creo que sea buena idea, te costará mucho bajar las escaleras con el hombro de esa forma y ni hablemos de la posibilidad de una trampa. —El comentario de Elijah era cierto, por lo que Gia no hizo más que asentir impotente.

Solo uno debía de bajar, Minos exigía que fuese Evan, tal vez tendría suerte y no vuelva a subir, pensaba odioso.

—Yo iré, creo que es lo más justo —acotó Evan para regocijo del privilegiado.

—¿Estás seguro? —le preguntó Elijah.

—No, pero creo que la persona que se encuentra allá abajo no es una de ustedes o, por lo menos, no se identifica con ustedes.

—¿A qué te refieres con que no es una de nosotros? —preguntó Minos con su ego ofendido, el cual era muy grande.

Evan se contuvo al hablar, pero Minos lo obligó con un gesto de muerte.

—Me refiero a uno de ustedes… un privilegiado —soltó indeciso.

—¿Privilegiado? —dijo una voz ofendida, pero esta vez provenía de Gia, que estaba detrás de él.

—Sí, así les llaman la gente de los poblados —sentenció con incomodidad.

—¿Privilegiado…? —sonó pensativo Elijah—. Tal vez, pero el término “Superior” es mejor ¿O no?

—Absolutamente —soltó Minos de forma engreída.

—Supongo —respondió Gia con desinterés.

—¿Por qué dices que la persona que se encuentra allí abajo no es un Superior? —preguntó Elijah intentando cambiar de tema.

—Por varias razones. —Comenzó—. Primero: la cabaña se encuentra situada en medio de un páramo rodeado de densa vegetación, que impide el acceso, tan solo se entra por un estrecho camino, que según el clima debe de sufrir un leve cambio, que cierra el paso. Segundo: esta persona no vive dentro de la capital, ¿por qué? Dudo que quisiese alejarse, puede ser, pero es improbable. Tercero: la entrada al sótano está escondida, ¿por qué alguien quisiera hacer eso? Teme a qué lo encuentren o no quiere que nadie lo vea. Algo esconde esta persona y no quiere que los privilegiados lo encuentren.