XII. El regreso

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Época Moderna

Montañas de Rebún

— Parecen sorprendidos jóvenes, fufufu—se burlaba la madre de Sesshoumaru por la palidez en los rostros de los incrédulos presentes, —las cosas no serán tan sencillas, tendrán que hacer una larga travesía. Sacerdotisa, te sugiero que priorices por el momento tus estudios y que ambos se queden juntos, las cosas empeorarán y es probable que aquellos que amas en este mundo estén en peligro. He de advertirles a ambos que se avecina una guerra y que este presente estará en peligro y la realidad se verá afectada sino derrotan juntos al ser que controla al tiempo y el espacio, cuyo corazón ha sido corrompido y su mente es controlada por aquel ser que yace en la perla de shikon.

—Kagome, creemos que Naraku es solo el peón de este ser, y por el mismo poder de la oscuridad y maldad que se junta en todos las líneas de tiempo y espacio ha logrado ser más poderoso que el dios del tiempo —explicaba el abuelo Higurashi.

—Las verdaderas intenciones de este ser maligno solo es obtener el control completo de cada una de las realidades y temporalidades para moldearlas a su forma, desea seres poderosos llenos de maldad que pueda dominar sin problema alguno— concretaba la anciana Higurashi.

El joven Inu detestaba tener incertidumbre sobre los futuros acontecimientos, y peor aún cuando se le había indicado que debía permanecer al lado de la joven mujer. Por otro lado la chica de cabello negro estaba tan metida en sus pensamientos sobre la posible guerra y la seguridad de su familia, que solo se limitó a suspirar y pedir en silencio que todo fuera para bien; si bien había escuchado cada una de las palabras de la madre del joven y de sus familiares, ésta se llenó de preguntas en su mente, si sus almas eran aún más viejas que los poderosos demonios que estaban presentes ¿Quiénes eran en realidad? ¿Qué fue lo que sucedió para llegar a este punto? ¿Qué es lo que se esconde detrás de su entendimiento?

—Sacerdotisa Kagome, es de suma importancia que tenga en cuenta que cada uno de los que los rodean tendrán participación en esta guerra, y todos los que sobrevivan serán recompensados con la vida eterna. Se muy bien que esto deberá parecerle extraño, pero es mejor que estas palabras no sea prolongadas para contar al fina, ya que de ustedes y sus aliados dependerá la vida de millones y sobre todo aquellos que tanto aman— declaraba el viejo monje.

El tiempo pasó desapercibido por los jóvenes que sin previo aviso el atardecer se asomó por la ventana del templo. La madre del joven youkai se levantó despidiéndose del lugar, no sin antes admirar los rostros de ambos jóvenes y regalándole una sonrisa a su hijo salió del lugar junto al fiel sirviente Jaken. Los jóvenes permanecerían esa noche en el lugar para comenzar con su travesía de regreso al hogar de la azabache. 

A la mañana siguiente los jóvenes se levantaron temprano para poder bajar a la ciudad, despidiéndose de los ancianos del templo y abrigándose del frío de la montaña. Caminaron montaña abajo, pero a mitad de esta se volvieron a topar con aquella extraña mujer que se quedó de un costado del camino observándoles caminar y hablando entre susurros —veo que ya saben su destino, no se preocupen se que lo lograrán, creo en ustedes—la anciana por un momento creyó no ser vista cuando de pronto la joven azabache se acercó y se inclinó ante ella —Agradezco cada una de sus palabras de aliento, aunque no la recuerdo, sé que usted quiere el bien de Sesshoumaru y el mío. Gracias— con esto la joven abrazo a la anciana y se fue retomando su camino hacía su casa.


Pueblo de Rebún

Pasó un rato cuando los jóvenes consiguieron llegar sin problema alguno al pequeño pueblo de Rebún, cuando el cómodo silencio en el que ambos jóvenes se encontraban se vio interrumpido por el sonido del estómago de la chica, la joven ruborizada volteó a ver al joven y a los pocos instantes el sonido del estómago del joven también sonó; la pequeña miko rio un poco por ese cómico e inesperado acontecimiento. Kagome tomó de la mano a Sesshoumaru y lo guio hasta un pequeño puesto de comida callejera. —Fue muy lindo escuchar tu estómago sonar, fufu— de pronto la chica se paralizó pensando en que le había faltado al respeto al Inu. —Es normal, estoy vivo y requiero de energía mujer— comentaba de lo más calmado pero con cierto aire de ironía en sus palabras; la chica no pudo sostener más y se echó a reír, dejando desconcertado al demonio —¿Qué fue eso? acaso ¿trataste de hacer una broma? —preguntaba de lo más normal al joven, mientras este la miró y le dedicó una casi imperceptible sonrisa a la dama; el corazón de la joven palpitó fuertemente provocando un sonrojo sobre el rostro de la misma. 

Breves instantes después ambos llegaron con el señor que vendía panes japoneses, pidieron 2 para llevar e ir comiendo en el camino, pasó un rato de espera y los dos se dispusieron a proseguir su camino. Mientras la joven disfrutaba de su alimento, el peliplata degustaba más las facciones de su acompañante, ¿Qué la hacía tan feliz?, esa pregunta rondaba sin parar la mente de este.

 Mientras la joven disfrutaba de su alimento, el peliplata degustaba más las facciones de su acompañante, ¿Qué la hacía tan feliz?, esa pregunta rondaba sin parar la mente de este

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Estación de tren

 Cuando llegaron a la estación ambos abordaron sin problema alguno; sacando los audífonos de su mochila, la chica le preguntó al joven si le gustaría escuchar nuevamente música junto a ella, a lo que el joven asintió, la chica se dispuso a poner un poco de música relajante, sacó los libros que ambos venían leyendo en el camino y le dio el suyo al demonio, ambos se inundaron de una paz inimaginable con la compañía del otro y así siguió su viaje.

Un tiempo largo y ameno pasó y los jóvenes bajaron del metro para esperar el siguiente con dirección a Tokyo. 

—Miko, ¿podemos pasar por un poco de ese café?— preguntó con cierto deje de vergüenza el  Inu, a lo cuál la chica sin podérselo creer y con una enorme sonrisa tomó de la mano, casi arrastrando al joven a aquella cafetería que tanto les había gustado. 

—Sesshoumaru, me alegra demasiado saber que nos estamos llevando mejor— resopló alegremente la azabache; mientras que el demonio se debatía mentalmente con su bestia por las acciones que acababan de escapársele de las manos al daiyoukai por causa del mismo Yako, quien admitía que quería pasar más tiempo junto a la mujer a solas y volver a probar tan deliciosos manjares. Ambos jóvenes entraron a la cafetería sentándose en el mismo lugar donde habían tenido una charla amena, y donde el Inu había quedado maravillado por la culta mujer; esto último hacía removerse a la bestia interna que no se había vuelto a dormir, volviendo loco a Sesshoumaru, sabía perfectamente que todas esas emociones eran provocadas por la mujer y se seguía reprimiendo así mismo, se negaba a dejarse caer bajo los encantos de esa sacerdotisa. 

Minutos más tarde ambos retomaron su regreso a la estación, aún faltaban unos minutos más para que llegara el tren en dirección a Tokyo, por lo que decidieron esperar, cuando de pronto la chica observó a una pareja extranjera que se veía perdida. Ésta se acercó a la joven pareja  —Hola ¿Qué tal? ¿están perdidos?—  preguntó la joven —Hola, nosotros no hablamos japonés, somos ingleses— respondía torpemente la mujer inglesa. Ante esto último la azabache sonrió y comenzó con su diálogo en inglés:

—Hello, my name is Kagome. As I see you're lost, am I right? (Hola, mi nombre es Kagome, como veo están perdidos, ¿estoy en lo correcto?)

—Yeah, we've been looking for a subway to Tokyo, but we can't read all this kanjis and we couldn't find the next one on this time-table. (Sí, estamos buscando el tren a Tokyo, pero no podemos leer todos estos kanjis y no pudimos encontrar el siguiente en este horario)

—Don't worry, we're on the same way to Tokyo, what about if you two join us? (no se preocupen, vamos por el mismo camino a Tokyo, ¿Qué les parece si se nos unen?)

—Oh, we'd love to, thank you so much (nos encantaría, muchas gracias)

La pequeña miko les dedicó una pequeña y sincera sonrisa a la pareja, mientras el joven analizaba la situación, ¿Qué había pasado? ¿Qué había sido ese extraño idioma que él desconocía?, mientras él se debatía mentalmente el tren llegó a la estación y ambas parejas entraron.



~Hola, espero que hayan disfrutado de este capítulo, por favor déjenme sus opiniones y no olviden votar, muchas gracias por leer esta historia.

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