LoveCircus | [PopeexReader]

Día 43

El día comenzaba y nosotros poníamos la decoración con globos de tonalidades pastel, tanto rosados como azules pues, aun no se sabía si el bebé seria niño o niña, pues preferían que fuese sorpresa. Por lo tanto, tratábamos de que la decoración fuese lo mas neutral posible.

ー ¿cómo llamaran al bebé? ーle pregunte

ー tenemos pensado Yuri o Yuki

Decoramos una mesa con distintos bocadillos, desde cupcakes hasta fresas con chocolate, al igual que peluches y algunos otros juguetes, sonajas, cigüeñas de fomi, algunas carriolas de cartón, biberones, etcétera. Así nos pasamos toda la mañana, decorando y preparando los juegos.

Seis en punto, llegaron nuestros invitados, tanto aquellos circenses por parte de Paola, como algunos compañeros de trabajo junto a sus familias por parte de mi tío. En total, éramos al rededor de veinte personas. Cada uno con un regalo, que fueron acomodados sobre una mesa y guardados para mas tarde.

En cuanto vi a Popee, le salude con un gesto de mano, el regreso el saludo, sin despegar la mirada, me sentía inexplicablemente feliz con tan solo mirarle.

ー T/N

Dijo una albina muy emocionada que se abalanzo sobre mi en un abrazo dichoso, desviando por completo mi atención del rubio.

ー tenia tiempo que no te veía ーmenciono melancólicaー el otro día ni siquiera pude verte aunque estuviste en el circo

ー no queria molestarte, estabas ensayando no quise interrumpirte ーle dije

ー da igual, ahora estamos juntas de nuevo ーdijo aferrándose a mi

Hace cuatro días que no conversábamos, desde que regresamos de Okinawa no habíamos intercambiado palabra alguna, ni siquiera por mensajes de texto, aun así, sabía que algo andaba mal, pues la albina no solía comportarse de esa manera, sin embargo, una parte de mi sentía que en verdad apreciaba nuestra amistad.

El timbre sonó, y al estar ocupados los demas, tuve que soltarme de Marifa para atender la puerta, disculpándome con ella quien frunció el ceño ligeramente. Demasiados pensamientos encontrados que procesar. 

Al abrir la puerta me tope con aquel chico peli-morado, con un regalo en manos y una sonrisa tímida en su rosto. Le salude con un abrazo e invitándolo a pasar.

ー ¿y tu familia? ーle pregunte curiosa, pues la invitación era para toda su familia

ー no pudieron venir ーmenciono entristecido  

No era la primera vez que estaba solo. El festival del Tanabata, el viaje a Okinawa, en su mayoría de las veces estaba solo y se le veía deprimido por ello.

ー será para la próxima 

Le di una leve palmada en el hombro para animarle, cosa que pareció funcionar, pues levanto la mirada y me dirigió una notoria sonrisa tranquila, que fue interrumpida por la aparición tan repentina de la albina que le tomo del hombro llevándoselo consigo casi que a rastras.

Aquella chica era un completo misterio para mi.

En eso, sentí una mirada a mis espaldas  y entonces choque con la del rubio que inmediatamente la desvió, mirando hacía otra dirección con nerviosismo, haciéndome soltar una risilla.

Iba a dirigirme hasta donde el rubio cuando fui detenida por mi madre quien me pidió le ayudara a atender a los invitados. Con un poco de pesar obedecí.

Entre platicas y risas, llego la hora de comenzar con los juegos.

ー gēmu o hajimeyou 

Anuncio Paola con entusiasmo, pues ella fue la organizadora de cada una de las actividades y tambien sería juez de las mismas. Amaba que fuese mi tía mas cercana, pues era la mas animada, aquella que siempre ponía en ambiente, la admiraba por su energía y desbordante alegría, tan divertida, llena de vida y curiosidad, disfrutando al máximo de cada momento.