Día 67

664 86 70
                                    

Recibí una llamada de Marifa, quien me pedía suplicante le acompañará ya que necesitaba de un apoyo emocional.

— muchas gracias por venir —dijo la chica recibiendo me con un abrazo

— llegué tan rápido como pude —le respondí

En aquel abrazo, note claramente como aquella chica temblaba, definitivamente estaba nerviosa y con justa razón, pues aquella sugerencia que había dado el día anterior se lo había tomado bastante en serio. Hablaría con sus abuelos.

lamentamos las molestias —hablo el rubio desde el otro lado de la mesa

Tome asiento frente a ambos hermanos.

El sitio donde nos encontrábamos era bastante ameno y silencioso, a pesar de ser un restaurante, por supuesto habían sonidos típicos de un restaurante, sin embargo el ambiente no era tan ruidoso como uno esperaría, un buen lugar.

¿Y por qué un restaurante?, No estaba por completo segura de la razón, tan solo conocía un motivo, el cual era mantener el secreto, pues ninguno de los dos hermanos quería que nadie se entera ya que no se sabía con certeza el resultado.

— estoy muy nerviosa —dijo la chica

— tranquilízate, todo saldrá bien —trate de darle ánimos

— tienes razón —hablo con una sonrisa nerviosa

Antes de poder hacer cualquier cosa, pedimos una orden de tres malteadas para esperar a que ambos se calmaran y así poder hablar por teléfono.

— oye Marifa, ¿cómo fue que conseguiste el número tan rápido? —le pregunté curiosa

Me pareció ciertamente curioso, ga aue tan sólo un día antes fue que le di la idea, y me parecía que aquello fue tan fácil y rápido, como si ya hubiese tenido aquel número desde siempre, parecía que se había tomado muy en serio mis palabras.

— lo busque en la habitación de Papi entre las cosas de mamá y ahí lo encontré

Dirigí mi mirada hacia el rubio quien había permanecido callado hasta ahora. Aquel rubio solo se limitaba a mirar por la ventana en silencio, apartando la mirada de la situación, no sabía con exactitud si es que estaba ahí únicamente por su hermana para apoyarla y consolarla si es que llegasen a haber resultados catastróficos, o es que  Marifa lo había obligado a estar presente para hacerle compañía o simplemente para así no perderle de vista y seguir cuidando de el, no obstante, también cabía la posibilidad de que el se encontrará ahí por cuenta propia.

Una vez las malteadas llegaron, tomamos un poco hasta que la chica se armó de valor y decidió que era momento de llamarle a sus familiares.

— es el momento, lo haré —dijo totalmente decida

— tu puedes —le animé

Mientras la chica marcaba aquel número, decidí conversar con Popee, quien seguía en completo silencio.

<( no te ves muy alegre )

Le mande un mensaje de texto ya que no quería hacer ruido y molestar, interrumpir ni desconcentrar a la albina.

Aquel rubio recibió una notificación y saco su móvil para ver de qué se trataba, le ví leer mi mensaje y por consiguiente contestar.

( no es eso )>

<( qué sucede entonces? )

( no se que debería pensar o como reaccionar ante la situación )>

LoveCircus | [PopeexReader]Where stories live. Discover now