LoveCircus | [PopeexReader]

Día 55

Por supuesto, tenia que ver al rubio de nuevo, pues no había tenido noticias de el ya que ninguno contestaba los mensajes y me tenia preocupada. 

Esta vez, no me encontraba sola, pues íbamos tanto mi tía como mi madre quien conducía a falta de mi tío que lamentablemente no pudo acompañarnos pues se encontraba en horarios laborales, por lo que se enteraría despues.

Tampoco íbamos con las manos vacías, pues esa misma mañana habíamos horneado el famoso pan japones que presumía de des tan esponjoso y a la vez tambaleante como gelatina, que, su receta parecía sencilla, sin embargo, el modo de preparación es laborioso, tanto que si no llegas a hacer algún proceso como se debe, el pastel no se inflara ni tendrá esa textura esponjosa, que fue exactamente lo que nos sucedió..
El pastel parecía mas un pie, pues este simplemente no se inflo como se suponía, quedando tan pequeño que daba la total apariencia de ser un pie.

Una vez en el circo, que se encontraba cerrado por reparaciones. Nos permitieron la entrada, llegando hasta la casa de los Masuda, donde nos recibió aquel hombre con una cálida bienvenida.

ー T/N ーllamo aquella albina con entusiasmo

ー Marifa, ¿cómo estas? ーle pregunte haciendo hincapié en aquella herida en su cabeza

ー eh tenido un poco de migraña pero estoy bien

ー que bueno, me preocupe que no contestaran los mensajes ーle reproche

ー lo lamento, es que eh estado al pendiente de mi hermano

Me quede un momento en silencio, se notaba mi clara preocupación por el chico.

ー ¿cómo esta? ーpregunte finalmente con esperanzas de una buena respuesta

ー enojado, triste, irritando, desesperado ーenlistoー no se ah estado tomando muy bien el accidente

ー ¿crees que quiera verme?

ー a ti, siempre ーsonrió e hizo un movimiento de cabeza señalándome un sitioー esta en su cuarto

Así, llegue hasta aquel lugar dandome cuenta inmediatamente que la puerta se encontraba entreabierta. Me asome un poco y pude mirar al rubio sentado sobre la cama con la cabeza baja mirando con melancolía aquel broche de piedra esmeralda con melancolía.

Tan distraida me encontraba al mirarle tan afligido que simplemente abrí la puerta con torpeza, llamando inmediatamente su atención.

ー hola

Fue lo unico que pude decirle, el me respondió:

ー hi ーme miro disimulando aquel pesar

Me acerque hasta la cama donde este se encontraba.

No llevaba conmigo mi traductor, pues con todo lo sucedido el día anterior, simplemente lo olvide en el circo sin saber exactamente donde, mas en ese momento prefería acompañar al rubio que ponerme a buscarlo, así que para comunicarnos, use mi celular de traductor.

ー ¿cómo te sientes?

En respuesta, el ojiazul inclino la cabeza y alzo ambos hombros sin darme una respuesta concreta.

ー no contestabas mis mensajes, me preocupe

ー gomen 

Nos miramos en silencio por un par de segundos, entonces, mire hacía su pierna vendada con curiosidad de saber el diagnostico de los doctores.

ー ¿te duele?

Asintió ligeramente.

ー ¿qué te dijeron los doctores?