Día 60

734 92 22
                                    

Caminando con ayuda de las muletas por toda la casa, ese era el reto del día de hoy, sin embargo, no fue del todo exitoso, pues de nuevo estuvo por caerse, y de nuevo le sujete rodeándole de la cintura con mis brazos, cayendo las muletas nuevamente al suelo. Sin sudas una tarea bastante mas complicada de lo que habíamos imaginado.

De pronto la puerta se abrió, revelando a la albina acompañada de su padre quienes nos miraron en silenció. 

Fácilmente se podía malinterpretar la situación. Para ser honesta, la posición en la que nos encontrábamos hablaba por si sola; muy juntos el uno del otro, con el chico rodeándome el cuello con sus brazos con aquel pie con la tobillera levantado cual princesa de Disney, mientras que yo le abrazaba de la cintura.

ー interrumpimos verdad ーdijo la albina

Negamos ambos al unísono moviendo la cabeza de un lado al otro sumamente sonrojados. Ambos nos ayudaron con las muletas y llego el momento de retirarme.

ー quédate un poco mas ーsuplico la albina

ーme encantaría, pero debo regresar para ayudarles con el bebé y los quehaceres

ー esta bien ーdijo con desanimo

Me despedí de todos para retirarme del sitio. No obstante, al salir de aquel teatro, me percate de aquel chico pelimorado quien se hallaba recargado sobre la pared con la cabeza baja.

ー Kedamono

Aquel mencionado levanto inmediatamente la mirada y sonrió al reconocerme.

ー T/N hisashiburidesu

El chico comenzó a hablar sobre cosas que no comprendía, pues no podía entenderle. De pronto me tomo de la mano y me llevo con el. Al no comprender lo que sucedía, saque mi celular y rápidamente busque el traductor para comenzar a escribir.

no te entiendo, ¿a donde me llevas?

El pelimorado detuvo su paso y me soltó apenado disculpándose una y otra vez con repetidas reverencias, tan solo negué repetidas veces con la cabeza para que dejase de hacer aquello. Le preste mi celular activando el micrófono para que repitiera lo que anteriormente había dicho.

el día del accidente, yo encontre tu traductor

¿en verdad? ーle pregunte con alivio

ー me lo lleve a casa para guardarlo y como no había podido hablar contigo desde entonces, decidí esperarte fuera del circo para que fuéramos juntos por el

Ahora entendía porque la albina a pesar de poner el circo patas para arriba, no podía encontrarlo, pues el traductor no se encontraba en el edificio, si no en casa de aquel tímido chico pelimorado.

Una vez comprendí la situación, acepte acompañar al chico. Un camino silencioso pues era muy pesado conversar por medio del traductor del celular, mas a pesar de eso, no era un silencio incomodo, si no al contrario.

Luego de un rato caminando, finalmente llegamos a una residencia muy hermosa, un tanto grande pero muy al estilo japones. Me invito a pasar, por supuesto, tuve que quitarme los zapatos y dejarlos en la entrada.

Por dentro era muy espacioso y oscuro, con tanto silencio que delataba que tan solo nos encontrábamos el chico tímido y yo. 

ire a buscarlo, espera por favor ーme dijo el chico antes de retirarse

Igualmente, me pidió ayuda para encender las luces, por lo que mientras el chico subía al segundo piso, yo caminaba por el sitio buscando los apagadores. Una vez iluminado el sitio, no pude evitar mirar a mis alrededores, topándome con una foto familiar, Kedamono se podía ver como un bebé a quien cargaba su madre y su padre junto a ambos, se les veía muy felices y muy juntos.

LoveCircus | [PopeexReader]Where stories live. Discover now