10

1K 123 10
                                    

En una clínica...

"Vas a tener un bebé"

"Tienes tres semanas de gestación"

"Tu barriga crecerá mucho, como si trajeras un balón"

"Deberás amamantarlo con leche materna, como lo hacen las mujeres"

"Debes enseñarte a cambiar pañales"

"Los bebés lloran mucho"

"¿Lo abortarás? Quizás sea tu razón para vivir"

Pensamientos y recuerdos de frases que perduraron en la mente de Dazai durante meses. Había decidido tenerlo. Su bebé había nacido bien y era hermoso, pese a haber sido producto de una violación.

Era de noche. Una tormentosa noche de lluvia, viento, truenos y relámpagos. Cierto joven castaño corría aterrado con un bebé de tres meses de nacido, acunado en sus brazos, envuelto en un cobertor pequeño y protegiéndolo de la lluvia. Tenía miedo, pero aunque se sintiera de ese modo, el bebé azabache se mantenía tranquilo, sin inmutarse por los bruscos movimientos que hacía el mayor al correr en la calle.

Después de haber avanzado varias cuadras, finalmente llegó a casa de Sakunosuke Oda, a quien apodaba Odasaku, su mejor amigo. Debía contarle que tenía un bebé, y que "la madre" de éste, "una joven azabache de ojos oscuros, había muerto en el accidente ferroviario de hace unas horas", y ahora debía quedarse con el bebé, lo que podría serle problemático al ser uno de los líderes de la Port Mafia.

Odasaku nunca supo la verdad acerca del origen de Ryūnosuke.

¡ODASAKU! ¡ODASAKU! ¡ABRE LA PUERTA, POR FAVOR!

Gritaba desconsolado, asustado por la situación. ¿Qué iba a hacer él solo con un bebé? ¿Por qué lo había llevado con él, cuando pudo haberlo dejado abandonado en algún lugar? Ahora sólo quedaba pedir ayuda a su mejor amigo, que seguramente no lo dejaría solo en esa situación.

El de cabello tinto abrió la puerta, y se sorprendió por la manera en que el adolescente lo abrazó al instante en que estuvo frente a él, sintiendo un pequeño bulto en medio de ambos, a la altura de su pecho. Ese bulto se movió y comenzó a quejarse, posiblemente lloraría. No, empezó a llorar, confundiendo a Oda.

— Dazai... ¿T-Tú...traes un bebé?

......

Ryū-kun estará orgulloso de tenerte como padre. Ese niño te amará, Dazai.

Las sabias palabras de Oda siempre lograban tranquilizando. Dazai aceptó a ese niño pese a todo. Lo amaba aunque desconociera quien era el padre biológico de su pequeño.

Fin del Flashback.

La respuesta a la pregunta final del capítulo anterior era sencilla. Al saber que Fyodor raptó a su hijo, Dazai supuso que se lo llevaría a Rusia o quizás le enseñaría su idioma natal, por lo que decidió aprenderlo también para cuando llegara ese momento de reencuentro.

El castaño, que aún lucía joven y atractivo, había llevado a Ryūnosuke a una clínica luego de obligarlo a contarle toda la verdad detrás de sus múltiples heridas.

Mientras el médico iba por los resultados, Ryūnosuke estaba atemorizado por cuáles podrían ser éstos. Dazai sujetaba una de sus manos y le sonreía de manera tierna que lo hacía sentir apoyado.

— Papá, estoy asustado. No debería de haber venido a enterarme de cosas que quizás me asusten más.

Un ataque de tos se hizo presente. No era el primero. Tenía dos años con tos persistente y cada vez se manifestaba de manera más grave. Dazai ya sabía acerca de esta condición diagnosticada desde que Ryū era un bebé.

RYŪ EL HIJO DE DAZAIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora