20

549 77 74
                                    

Dazai había ido al bar a beber un poco de vino, y recordar aquellos momentos de compañía con su amigo Odasaku.

Oda Sakunosuke siempre lo ayudó en todo lo referente a Ryūnosuke, incluso el nombre de su hijo lo decidió así para que rimara con Sakunosuke.

Oda se hizo pasar por el padre adoptivo de la criatura, diciendo que era otro huérfano más de los que él cuidaba con tanto esmero. Dazai, en aquel entonces de dieciséis años, estaba y siempre estaría muy agradecido por todo.

Ryū se acomodaba en el regazo de Dazai, quien estaba sobre un banco, cerca de la barra. Tenía hambre, y buscaba su alimento entre las prendas del mayor.

— Mami... Leche...

Musitó, intentando apartar los abrochados botones de la camiseta de Dazai.

— Nonononono, eso no, Ryū. Mejor...

Levantó a Ryū con ambas manos, sosteniéndolo bien y poniéndolo de pie sobre su regazo. Luego, lo acomodó mejor a manera de abrazo para levantarse con él de la banca, cubriendo un poco su espalda con su querida mantita de Mickey Mouse.

— ¿Papá Dazhai?

— Iremos al conbini. Compraremos jugos, galletitas, yogurth, y papilla para comer juntos en nuestra pijamada. ¿Recuerdas tu primera pijamada con Odasaku y conmigo?

Propuso con entusiasmo, dejando de lado todos sus problemas y sintiéndose optimista.

— La cuenta por favor.

Pidió antes de irse. Con esfuerzo sacaba su dinero, para no molestar mucho a Ryū. El encargado le dió el recibo con la cuenta que pronto pudo pagar.

— Joven, ¿cómo puedes entrar a un bar con un bebé?

Cuestionó el señor que le había dado la cuenta. Dazai cubrió la cabeza de Ryū con la manta, para que nadie pudiera ver su rostro con claridad.

— Soy lo único que tiene. No puedo dejarlo solo.

FLASHBACK...

Hace un tiempo, la noche en que Dazai llegó con Ryūnosuke de tres meses en sus brazos...

— Justo había comprado lo necesario para una convivencia, Dazai. ¿Y si hacemos una pijamada, y dejas de tener ese gesto tan preocupado y triste?

Levantó el mentón del joven de dieciséis años, mirando esas gotas de lluvia que aún se derramaban desde el cabello hasta el rostro de Osamu.

— ¿Pijamada? ¿Crees que una pijamada eleve el estado de ánimo, Odasaku?

Preguntó curioso.

— Si participan personas que amas, claro que sí.

Respondió sonriente.

— Préstame a tu bebé. Dices que su madre murió, seguro es muy difícil de ese modo... Es recomendable que los bebés se amamanten de la leche de sus madres hasta después de los dos años y antes de los tres. A este niño le faltarán algunos nutrientes...

Tomaba con delicadeza al pequeño azabache, que estaba durmiendo con tranquilidad. Dazai prestaba atención a esas palabras dichas por su amigo: ¿Amamantar? ¿Leche de sus madres? ¿Qué se supone que era eso? Él era madre de Ryū pero jamás hizo una cosa como la que Odasaku mencionaba.

Dazai nunca le dijo la verdad sobre Ryū a su gran amigo. Odasaku murió creyendo que Osamu tuvo una novia, que era la madre de Ryū y murió. Jamás supo la verdad, y de eso Dazai se arrepentiría por el resto de su vida.

RYŪ EL HIJO DE DAZAIWhere stories live. Discover now