13

795 114 4
                                    

Hace un tiempo...

El joven Osamu Dazai, de casi dieciséis años, tuvo que pasar por muchos y fuertes malestares mientras seguía trabajando para la Port Mafia.
Los primeros tres meses todavía podía ocultarlo pero los síntomas aumentaban, y le era casi imposible seguir asistiendo a misiones peligrosas con su salud peor.

Se sometió a unos estudios donde se enteró de su embarazo. Le dolía, sufría por eso, sabía que todo era producto de aquella violación de parte del tipo del gorro a quien en aquel momento desconocía y no pudo apreciar bien debido a los efectos de la droga.

Todas las noches después del baño, miraba cómo el bulto que crecía dentro de su vientre se notaba más. Ya no podía salir a la calle sin pasar desapercibido, se quedaba en casa para ocultarlo.

Estaba aburrido de quedarse encerrado en casa, sólo podía llamarle a Oda para saludarlo, y en cuanto a lo que necesitaba comprar, lo pedía por teléfono a domicilio.

"¿Diga?"

Respondió Oda al otro lado de la bocina. Dazai, estando en su noveno mes, tomó asiento en uno de los sofás de su casa, de manera cómoda. Odasaku era su mejor amigo pero, no confiaba ni siquiera en él para contarle la verdad.

"¡Odasaku! ¿Me extrañas? ¡Yo sí!"

Dijo energético y juguetón como siempre. Acariciaba su barriga lentamente y de manera tierna. Aunque era algo que nunca imaginó o deseó, le había tomado un gran cariño al bebé que crecía en su interior. Su vida iba a cambiar, estaba muy seguro de ello, pero también sabía que ya no volvería a estar solo. Por esa razón, le quiso dar la oportunidad de vivir.

"Claro. Dazai, ¿cuándo regresas? Ya todos te echan de menos..."

Contestó preocupado. Dazai les había dicho que iría de viaje a Niigata, por cuestiones personales, cuando ni siquiera salió de Yokohama.

"Muy pronto, Odasaku".

Un par de días después, sin ayuda de nadie, dió a luz a su bebé en el sótano, sobre un futón. En soledad. No sabía que algo así podía suceder, ¿Cómo un hombre dió luz a un bebé y de manera natural? Ni lo imaginaba, sólo así sucedió.

El recién nacido lloraba a todo pulmón, apretando sus pequeños puños, muy enojado. El castaño, después de reposar un poco su dolor y debilidad, logró levantarse para ir a limpiarse y dar un delicado baño al niño.

— Por favor... D-Deja de llorar. Papi-mami no sabe lo que quieres...

Se le resbalaba de sus manos, era difícil. Tuvo que meterlo en una cubeta pequeña que serviría de bañera y lo enjabonaba cuidadosamente. Ryū se movía bastante y se le soltó un par de veces en su primer baño.

Finalmente y después de mucho esfuerzo, pudo terminar su baño. Por suerte, ya tenía todo lo necesario para la llegada del bebé. Vistió con ropa miniatura y calentita al niño, poniéndole también un par de guantes y calcetines, y un gorro.

— Hmm... Qué nombre será el indicado para tí...

Pensativo. Hasta que una idea vino a su cabeza.

— ¡Ryū! ¡Te llamaré Ryūnosuke! ¿Te gusta?

Dijo con entusiasmo, mirando al quieto y dormido de Ryū. Suspiró con cansancio.

— Que aburrido que no hables. Los bebés de ahora deberían nacer hablando.

Se quejó.

A partir de ese momento, Dazai sufrió las veces en que Ryū enfermaba. Ni siquiera dormía por tanta preocupación. Tampoco lograba dormir con los llantos del pequeño cada vez que despertaba.
Aprendió mucho sobre él, sobretodo a ser responsable, pero era bastante agotador conforme la criatura crecía.

RYŪ EL HIJO DE DAZAIWhere stories live. Discover now