Prólogo

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Erick

Al salir de la ducha y comenzar a arreglarme, no sabía que en cuestión de segundos mi vida daría un giro de 360 grados.

Observándome en el espejo del baño del Penthouse, suelto un suspiro.

Mis ojos verdes suelen llamar la atención de todo aquel que los observa, y a decir verdad mi rostro no está nada mal.

Para mi buena suerte, nunca me he enamorado, y todas las personas con las cuales he estado solo fueron cosa de un rato.

Supongo que nadie está a mi altura.

Me coloco la camisa blanca y comienzo a apretar los botones, uno por uno.

Mi teléfono suena, y sé de quién se trata.

Bufo, esa chica otra vez.

Solo es una zorra con la cual estuve una noche, al parecer no pudo olvidarme.

En fin, no la culpo.

Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro mientras apago el teléfono y me dispongo a guardarlo en mi pantalón negro.

Tengo que ir a mi habitación para agarrar el esmoquin.

Observo todo el baño por última vez, antes de salir de allí.

El penthouse es el mejor apartamento del edificio, mis padres se han encargado de alquilarlo por varios años.

Mi habitación se encuentra en el segundo piso, justo donde estoy en este momento, mientras la gran escalera en forma de caracol recorre parte de la sala.

Todo en este lugar es lujoso.

Freno unos segundos al notar que las empleadas no están.

Generalmente tenemos una o dos limpiando todo el lugar, aunque sea de noche.

Alzo el ceño por eso y suspiro.

Supongo que podré quejarme de ellas luego con mis padres.

En ese preciso momento, es cuando las luces de todo el penthouse se apagan.

Hago una mueca por ello.

—¿Hola? —Inquiero, algo confundido de no escuchar ni un mínimo ruído.

Este silencio se siente tenso, desagradable.

Un escalofrío recorre mi cuerpo mientras saco mi teléfono y me apresuro a caminar hacia mi habitación.

Recorro el pasillo sintiendo pasos detrás de mí, aunque el pánico que va comenzando no me permite girar.

A penas entro a mi dormitorio, cierro la puerta detrás de este, mirando la misma con atención, y sintiendo mi corazón realmente acelerado.

Aunque... todo en mi tiembla cuando siento una mano agarrarme de repente, tapándome la boca.

—Shhh... —Escucho que dice aquella voz.

Intento zafarme, aunque su agarre es demasiado fuerte comparado con el mío.

Noto como acerca su rostro hacia el mío por la derecha, y atrapado por el pánico me niego a mirar.

—A partir de ahora, harás todo que lo te diga —Se dispone a susurrar.

Intento apretar con mi mano el teléfono, y marcar algún número aleatorio, pero el pánico me controla y quedo estático al sentir el frío de un arma contra mi cabeza.

Mis piernas tiemblan, mis manos igual, y solamente me dispongo a escuchar el ruído de mi corazón, fuerte y claro.

—Créeme no quieres hacer eso —Se digna a responder—. O las personas que están allí afuera te matarán antes que yo.

Infiltrado || JoerickWhere stories live. Discover now