Capítulo 36

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Erick

Miro la pizarra del salón de clases un día después de haber tenido a los oficiales en mi hogar.

Joel ha estado poco tiempo después de que Christopher salió del penthouse en este.

Realmente... siento que aunque no quiera aceptarlo, la situación está demasiado tensa entre todos.

Cada vez siento que con cada segundo que pasa, se nos termina yendo más de las manos la de ganar.

Suelto un suspiro cuando noto que Zabdiel entra al salón con seriedad.

El chico choca miradas contra mí por unos segundos, pero gracias a ello siento un escalofrío recorrer mi cuerpo.

Hay algo diferente en él.

No dice absolutamente nada y se sienta en su lugar, dándome la espalda.

Considero quedarme quieto, pero a penas noto a la otra persona entrar al salón, me paro alarmado.

Yoandri entra al salón con el uniforme puesto, y camina a paso firme por el lugar, hasta llegar a mi lado.

Noto como se sienta como cada mañana, y comienza a sacar el cuaderno a pesar que el profesor no haya ingresado aún.

Siento los nervios crecer y le miro sin más.

—Fueron a tu casa ¿cierto? —Inquiere.

Suspiro.

—Sí... ¿cómo es que...? —Intento preguntar, haciéndome el desentendido.

Yoandri se mantiene en stop un momento, mientras aún está sacando la cartuchera de su mochila.

Luego, simplemente actua con normalidad y me mira, dejándola en la mesa.

—Recibí un mensaje, pero no es algo grato que me gustaría hablar ahora —Expresa—. Lamento si no contesté algún mensaje que me hayas enviado, la policía tiene mi teléfono.

Asiento con la cabeza, y mantengo la mirada en él un momento.

Yoandri no llora, y sus ojos no se encuentran cristalizados.

En cambio, el chico parece irradiar otro aire ahora mismo.

—¿Está todo bien? —Inquiero—. Tu... la policía.

Asiente con la cabeza sin más, mirándome.

Sonríe levemente, y alzo el ceño cuando le veo mirar hacia el frente.

Está demasiado extraño.

—Sé lo que estás pensando —Habla, para luego mirarme—. “¿Por qué no sé tomó días para pensar" “Es demasiado extraño"

»Realmente lo haría, pero... sigo dependiendo de la beca de este lugar, y no tengo el poder para faltar.

Suelto un suspiro, asintiendo, y le toco levemente el hombro.

El chico sonríe sin más, y también respondo igual, esta vez, mirando hacia delante.

En mi mente pasan varias cosas, y... si bien quisiera preguntarle algunas a Yoandri, sé que no tengo derecho para ello.

No ahora, él aunque no lo muestre se encuentra vulnerable, y no es un buen tema para platicar el hecho de su abuela fallecida.

Cuando el profesor ingresa al salón y la clase simplemente comienza, el horario escolar pasa con normalidad.

O bueno, todo es así hasta que el timbre anunciando el primer recreo del día suena.

Salgo junto a Yoandri del salón y caminamos por los pasillos, hasta llegar a la puerta del baño.

Infiltrado || JoerickKde žijí příběhy. Začni objevovat