Capitulo 50

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Joel

Abro los ojos lentamente, sintiendo los primeros rayos del sol golpearme.

Todo a mi alrededor aún da vueltas, pero ya no me siento tan mal como anoche.

Miro a mi lado y noto que estoy completamente solo en el dormitorio.

Suelto un suspiro, sintiéndome agradecido.

Pensar que horas atrás podría haber acabado hecho cenizas causa un escalofrío en mí.

No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a lo que harán los demás luego de esta.

Si hubiera muerto... ¿Erick cómo habría reaccionado?

Una parte de mí desearía que el ojiverde simplemente me olvidara y siguiera delante, pero la otra... es injusta, extremadamente injusta.

Quiero que Erick me recuerde, así sea con una sonrisa triste.

Miro mi abdomen lleno de vendas y bufo.

El padre de Johann fue el que me hizo daño y él... no dudó en curarme.

Tal vez porque nunca nadie lo pudo curar a él.

Pasan varios minutos en los cuales me dispongo a mirar el techo, y luego de ello el chico decide por fin aparecer frente a mí.

Nota como suspira, y se encamina encogiéndose de hombros.

Miro todo mi alrededor antes de hablar.

—¿Dónde estamos? —Cuestiono, sin conocer el lugar realmente.

Anoche con las luces completamente apagadas no podía distinguir absolutamente casi nada, pero ahora que la luz del sol entra a la habitación, me doy cuenta que este lugar en su mayoría tiene mucha madera.

Es una cabaña.

—Cabaña familiar, nunca vendrán a buscar aquí ya que solamente nosotros sabemos de la existencia de esta —Admite, asiento con la cabeza lentamente.

Al parecer, hay muchas cosas que aún no supe.

El padre de Johann intentó matarme, si es así, no creó que se haya arriesgado en vano.

Él podría haber tenido una orden de atrás, es decir, Carlos, el padre de Zabdiel.

Estoy seguro que ni deben imaginarse que soy Theo, pero... más que eso, deben haber tirado todas sus fichas a que yo soy el infiltrado.

Intentaron eliminarme.

Y supongo que, de alguna manera, lo lograron.

Ya no puedo aparecerme frente a ellos de esta manera, sonreírles con falsedad y seguir como si nada, intentando escuchar cualquier mínima cosa.

Es triste porque, Joel, esta identidad que creé, poco a poco comienza a perder valor.

Tantos años de sacrificios, mentiras y sonrisas falsas a la basura.

—Deberías dejar de pensar en eso —Admite Johann, sentándose a mi lado.

Le observo, y luego me siento en la cama algo adolorido.

Noto como el chico me mira alterado, y suelto un suspiro.

—He pasado por cosas peores —Respondo, acomodando la almohada de manera que mi espalda no choque contra la madera de la cama.

Le noto asentir algo inseguro, y luego vuelve a mirarme.

—Joel... ¿por qué lo hiciste? —Inquiere curioso.

Infiltrado || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora