Capítulo 39

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Christopher

Por más que quiera odiarle, aquello se vuelve cada vez más dificultoso a medida que los segundos pasan.

Cada vez que miro sus ojos, y los suyos se encuentran con los míos, mu corazón no tarda en acelerarse.

Está mal, lo sé.

Pero... ¿Cuándo estuve realmente bien?

Una lágrima cae por mi rostro cuando le escucho pronunciar aquellas palabras.

Su pedido no para de repercutir una y otra vez en mi cabeza, atormentándome.

Es ese entonces cuando por fin aquella idea aparece en mi mente.

¿Cómo sería mi mundo sin él?

—Debes hacerlo... —Le escucho susurrar agachando levemente la mirada.

En ese entonces, todo parece agarrar tonos más tristes.

El sol es tapado por un momento por una nube, y a pesar de aquello logro percatarme de los ojos cristalizados del chico.

Zabdiel no quiere decir realmente que Joel y yo somos los que estuvimos causando problemas.

Él... por más que quiera actuar por el bien de su familia, no puede.

Ya que, por primera vez, Zabdiel eligió otro camino.

Cuando noto que el chico, a pesar de yo no estar ejerciendo fuerza, mueva un poco el objeto hacia su estómago, no tardo en quitárselo de sus manos.

Zabdiel me mira asombrado, notando como el cuchillo queda en mis manos.

Lo levanto con una hasta la altura de mi rostro, para mostrárselo, y luego simplemente lo suelto hacia el suelo.

—Pero... —Inquiere, con una lágrima recorriendo su mejilla—. Si no lo haces, corremos el riesgo de que me equivoque.

»No quiero hacerlo.

Una sonrisa triste aparece en mi rostro, y Zabdiel alza el ceño levemente.

Paso la yema de mi dedo por su mejilla derecha, justo donde aquella lágrima había pasado, y niego con la cabeza.

—Yo tampoco puedo hacerlo —Expreso—. No puedo lastimarte, ya que eso significaría también lastimarme a mí.

»Si algo te pasara, Zabdiel, estaría completamente destruído.

Hay un momento de silencio luego de decir aquellas palabras, simplemente nos quedamos quietos, mirándonos fijamente el uno del otro.

Como si al apartar la vista, este momento solo se vuelva un triste recuerdo en el pasado.

Y... todo lo que hemos vivido juntos, solamente se desvaneciera así, como un triste recuerdo de algo que en su momento vimos felices.

Cuando Zabdiel baja su mirada hacia mis labios, no pasa mucho para que los míos respondan de la misma manera.

Al momento que nuestros labios se unen, no hay necesidad de decir nada más, simplemente nos mantenemos sintiendo el afecto del otro, olvidando los problemas a nuestro alrededor.

Olvidando que, en este puente de promesas incumplidas, cada uno se encuentra del extremo contrario al otro.

A medida que cada uno continua moviéndose hacia atrás, y caemos el uno sobre el otro levemente contra el sillón, siento su cuerpo encima del mío y su respiración agitarse.

El corazón de Zabdiel, al igual que el mío, no para de latir con fuerza.

Aunque ambos sepamos que esto no está del todo bien, ninguno quiere dar un paso hacia atrás.

Infiltrado || JoerickTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang