Capítulo 48

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Joel

Varios escalofríos recorren mi cuerpo mediante abro los ojos.

Todo a mi alrededor parece a oscuras al comienzo, hasta que a mi lado noto una pequeña vela encendida.

¿Dónde estoy?

Oigo el rechinar de una puerta e inmediatamente dirigo mi mirada hacia allí.

Al estar lejos, solo noto una sombra oscura, mientras el dolor en mi cabeza como gran parte de mi cuerpo aumenta al hacer un movimiento brusco.

—Si quieres salir vivo, deberías quedarte quieto —Expresa el chico, caminando hacia mí.

Reconozco su voz al instante.

Cuando se acerca la luz y logro divisar a la perfección su rostro, el chico suelta un suspiro.

Johann se sienta en el pequeño banco a mi lado, y le miro atento.

¿Él... me salvó?

Miro hacia el techo, sintiendo mis ojos cristalizados mientras el recuerdo de las llamas vuelve a aparecer.

Realmente creí que moriría.

Otro escalofrío recorre mi cuerpo y vuelvo a sentirme débil.

Johann suelta un suspiro, antes de colocar un paño mojado en mi frente.

Cuando miro mi pecho desnudo y noto que solamente me encuentro en bóxer, suelto un suspiro.

Todo mi cuerpo arde, y varias partes del mismo ya se encuentran llenas de vendas.

Johann me observa un momento, y luego ejerce una mueca.

—Supongo que estoy realmente mal, ¿no? —Inquiero.

Toso luego de decir ello, y todo mi cuerpo duele cada vez más.

—No hables demasiado —Pide el chico, mirándome de mala manera.

Me quedo en silencio, mirándole y sintiendo una lágrima caliente caer por mi mejilla.

Johann, vestido de manera completamente casual con un jean y una camisa.

—Esto te va a doler un poco —Admite.

Mi corazón late con fuerza al notar que el chico se acerca a desinfectar una de las heridas.

Al mirarme, bufa.

—Deja tu cara de espanto —Pide.

Aprieto con fuerzas la sábana de la cama cuando comienza a desinfectar la herida.

Mi mandíbula y cuerpo entero se tensan.

Cuando termina, no tarda en vendar la zona, con extremo cuidado.

Johann continua limpiando cada una de las heridas, y siguiendo exactamente el mismo procedimiento.

Al terminar, vuelve a acomodarse en su lugar.

El ambiente a pesar de que él ya debe suponer que soy el infiltrado, no se siente tenso, más bien el dolor que siento no me deja pensar con claridad.

Además, cuando Johann ve las heridas, expresa solamente pena en su mirada.

Tal vez porque hasta ahora esto solo sea un reflejo de sí mismo.

—¿No vas a preguntar? —Inquiero unos minutos después de silencio.

Johann juega con sus manos un momento, y abre la boca para decir algo, pero luego parece arrepentirse y le escucho bufar.

Infiltrado || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora