Capítulo 13

229 52 179
                                    

Joel

En una parte de mí, sé que me merezco esto.

Jugué con la confianza de Richard, y le hice creer por mucho tiempo que estaba de su lado.

Sin embargo, por alguna extraña razón, no es solamente el dolor de las heridas lo cual me prohíbe moverme.

Sino el hecho de que él me dejó aquí solo.

Me pidió que le explicara, pero no pude decir nada.

¿Por qué?

¿Realmente es tan idiota para no darse cuenta?

Al parecer para ellos, es una parte de sus vidas que ni siqueira les interesa.

O tal vez ni siquiera la sienten como tal.

Además de enojarme, me duele, porque una parte de mí, por más mínima que sea, buscaba un poco de humanidad en ellos.

Que se preguntaran al menos el por qué de lo que hice, y que logren traer por sí solos recuerdos del pasado.

Esperé demasiado.

Cuando comienzo a levantarme luego de terminar tosiendo sangre y sintiendo mi cuerpo doler, noto que me encuentro completamente solo en este lugar.

No observo ningún automóvil cerca, y para peor cuando agarro mi teléfono noto que el mismo tiene la batería muerta.

Río con amargura.

—Supongo que te lo mereces, Joel —Digo para mí mismo.

Por ser tan idiota y mandar un plan que te llevó años por el caño.

Un plan que en un momento creí simplemente dejar de lado.

Tal vez eso hubiera sido lo mejor, supongo.

Tal vez terminé cavando mi propia tumba.

Comienzo a caminar por la vereda de la calle, sintiendo todo mi cuerpo doler.

Me observo con el reflejo del teléfono y noto que tengo la mejilla roja, el lado derecho de mi boca sangrando y un poco más arriba de mi ceja también.

Bufo por ello.

Realmente Richard golpea fuerte.

A medida que pasa el tiempo y continuo caminando sin sentido alguno, siento como el sol me va provocando más y más sed.

Supongo que debería tomar algo, alcoholizarme hasta no poder más y simplemente pasar las últimas horas de mi vida así.

Que todo se vaya a la mierda.

Al fin y al cabo, yo ya estoy en esta.

Escucho un ruído un tanto lejos de mí, que a medida se acerca.

Cuando giro, no demoro en notar un automóvil.

Levanto la mano al instante, notando que no es el mejor del mundo, pero me puede sacar de acá.

La pintura del mismo no se encuentra en mejor estado, y cuando frena no pasa mucho tiempo para escuchar sonar algo mal del mismo.

De todas formas, cuando abren la puerta y un chico de cabello castaño, ojos amables y vestimenta adecuada me recibe, sé que terminé en buenas manos.

—¿Te encuentras bien? —Inquiere preocupado.

Asiento con la cabeza, antes de simplemente dar un paso hacia él.

Noto que un anciano se encuentra a su lado, observándome mientras sale también del vehículo.

—Vamos —Inquiere, acercándose a mí.

Infiltrado || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora