Capítulo 43

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Joel

Escucho a Yoandri suspirar mientras el silencio regresa a plasmarse entre nosotros dos.

Esta mañana cuando por fin recibí la información de quienes es el chico, las casas parecieron comenzar a tener sentido y lentamente comencé a percatarme que, tal y como dijo Gabriel, mis acciones están afectando a terceros.

Pero... debo remover el pasado, a pesar que sea doloroso.

Estoy seguro que el chico a mi lado debe saber la verdad, aún si duele.

Yoandri debe saber qué sucedió en el accidente donde murieron sus padres.

—¿Tus padres...? —Inquiero, tratando de sacar el tema.

Yoandri suspira.

—Se fueron al cielo hace tiempo, realmente lo único que me quedaba eran mis abuelos —Inquiere, tocando levemente la lápida de su abuelo.

Noto como el chico suelta una leve sonrisa mirando la fotografía que hay en la de su abuela y luego vuelve a suspirar.

Yoandri está roto por dentro, pero no suelta ninguna lágrima.

Aún cuando lo hace, decide quitarse las mismas, y actuar como si todo estuviera bien.

En su mente solo debe cobrar venganza.

Es como si me estuviera mirando a mí mismo al espejo.

—Yoandri... tengo algo que decirte —Admito.

El cinco alza el ceño y suelto un suspiro sientiendo mis manos sudar.

Estoy nervioso, ya que esto le dolerá aún más, pero es necesario decírselo ahora.

No puedo decirle que se aleje por un momento y arriesgarme a que sepa la verdad por otro lado.

Cuando comienzo a contar lo sucedido en mi pasado, el chico me observa atento, confundido y, de cierta manera, parece aturdido por la gran cantidad de información adquirida.

Al llegar al momento en el cual nuestras vidas se unen indirectamente, el chico parece abrir los ojos sorprendido.

Noto una lágrima caer por su mejilla, y como sus ojos tratan de evitar la mirada conmigo por un momento.

Su rostro se torna un tanto rojizo, y aprieta sus manos.

Jadea por un poco de oxígeno, y continua desconcentrado.

Por un momento, Yoandri no parece estar aquí presente, el chico se aisla y su respiración se acelera.

—¿Yoandri? —Le escucho decir a Iván, quien aparece a nuestro lado.

Al mirarme, alza el ceño.

—¿Qué le dijiste...? —Pregunta.

Abro la boca, reconociendo lo que le sucede e Iván parece hacerlo igual.

El chico se coloca a su lado, y procede a decirle que trate de calmarse.

—Respira —Expresa, mirándole fijamente—. Mírame, Yoandri.

El chico parece mantenerse así por varios minutos, atrapado en sus pensamientos.

Pasa con lentitud su mano temblorosa por su rostro y solloza, tanto hasta que más lágrimas caen por sus ojos.

—Yoandri... estoy aquí, no estás solo —Le dice Iván, al momento que agarra su mano y comienza a masajearla lentamente.

Pasan unos cuantos minutos hasta que por fin el chico parece regresar a la normalidad, y sus extremidades dejan de sentirse adormecidas.

Infiltrado || JoerickWhere stories live. Discover now