Fin de la 1ª Parte

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Después de que todos se enteraran de que el famosísimo Adrien, también conocido como el galán Chat Noir, había desaparecido, todos empezaron a buscarlo por todas partes.

Amelie, la tía de Adrien, la cual, tenía que llevarlo a Londres hasta que cumpliera los dieciocho años, seguía buscándolo como los demás.

Marinette, acompañada de su equipo de héroes, aprovechaba en convertirse en la superheroína de París para así encontrarlo lo antes posible.

La azabache seguía sin encontrar a su amado, el cual también lo tomaba como perdido. Solo había algunos que buscaban a Luka pero sabiendo que Adrien era el más famoso de los dos, la gente solo se enfocaba en él. Marinette desde entonces se culpaba por no haber cuidado a Luka en los momentos en los que podía.

Ella estaba desesperada y no sabía nada más que hacer que seguir y seguir buscando aunque por instinto sabía que no los encontraría.

Marinette sabía perfectamente que fue Adrien el cual le devolvió el anillo voluntariamente y aunque esta no quisiera admitirlo, el hecho de estar buscándolo por tanto tiempo fue suficiente para admitir que... seguía enamorada de él.

Y eso le volvía más loca todavía. ¿Cómo podía estar enamorada de él sabiendo que ha estado con Luka por tanto tiempo?

Aunque le costara tiempo responderlo, consiguió hacerlo.

Marinette, al estar más aliviada desde el momento en el que ya no volvieron a aparecer villanos, logró reflexionar y ordenar sus sentimientos con más calma y tranquilidad. Desde entonces al recordar todos esos momentos en los que ella y Adrien vivieron, supo que su vida no tendría sentido sin él al lado suyo.

Cuando la azabache y Luka estaban juntos era por el estrés del que intentaba superar siendo la guardiana y por los villanos, porque ella sabía que Luka era el mejor en eso. Pero ahora no necesitaba a alguien así, sino que a alguien del que pudiera continuar su vida sin estrés y con amor verdadero. Ese amor que sintió al ver sus ojos esmeralda mientras le daba el paraguas bajo la lluvia.

Sin duda se trataba de él, de Adrien. Y también de alguien del que daría su vida por salvarla y conseguir su amor, Chat Noir.

-¡TIKKI! -exclama la azabache mientras no para de dar vueltas por su habitación.

-¿Sí? -pregunta Tikki mientras vuela hacia su portadora.

-¡NO PUEDO CREER QUE ADRIEN SEA CHAT NOIR! -le grita mientras hace movimientos exagerados con sus brazos.

-Pues créetelo -le contesta el kwami de la destrucción mientras come su queso mirando por la ventana acompañado de los demás kwamis que le dan la bienvenida después de no haberse visto desde el akumatizado llamado El Arenero.

-Qué amable -le contesta Marinette sarcásticamente-. No puedo imaginarme cómo Adrien sigue vivo después de responder de estas maneras en mis peores momentos como este. Además... ¡cómo puedes seguir comiendo queso! ¡Llevas comiédolo por tres horas! -le exclama atónita.

-Yo como cuanto quiero.

-Tranquilízate, Marinette, no le hagas caso. Plagg es así -le tranquiliza Tikki.

-¡Ahh! ¡Tikki, no puedo seguir así sabiendo que Adrien es Chat Noir!

-Ya me lo has dicho por décima vez, Marinette.

-Pero... cómo he podido estar tan ciega... -Se acerca hacia su ordenador y pone una de las fotos de Adrien con una de Chat-. Ahora viéndolos juntos son iguales ¡y yo no me he dado cuenta! -Se echa a la cama por el estrés.

La Guardiana LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora