La Guardiana Ladybug

Capítulo V: Graham de Vanily

Marinette no sabe el porqué pero ni en mil años podría decir que Miss Rose y Miss Blue son hermanas.

Tal vez sea por el hecho de que la gente con parientes con la que ha convivido (de los que no recuerda) sean muy parecidos entre sí.

Ojalá algún día sea capaz de recordar algo, lo más mínimo que sea... Al menos le gustaría acordarse de Adrien aunque aún desconozca el porqué.

-¿Y tú tienes hermanos o hermanas, Marinette? -pregunta Miss Rose por curiosidad.

-Uhh... no, no tengo.

-Mmm... vaya, yo nunca podría imaginarme tener una vida en la que haya tenido que jugar a las muñecas sola, o sin compartir la ropa a nadie... Sería muy triste y duro para mí -confiesa Miss Blue y se vuelve hacia la azabache-. ¿Cómo fue tu infancia, Marinette?

La de los ojos zafiro abre sus ojos como platos ante la pregunta que esta le ha formulado. Se queda en silencio sin saber cómo contárselo. Ahora que lo piensa nunca había contado sobre su pasado a nadie y menos a unas espías quienes oigan lo que oigan les queda grabado en los oídos. ¿Cómo iba a confiar en unas que acaba de conocer para contarles su frío y oscuro pasado del que ha estado intentando no desvelar a nadie? Ese pasado que ha pensado que podía ser capaz de olvidar.

-Mmm... ha sido muy tranquilo -miente Marinette forzándoles una sonrisa.

-¿Tranquilo? -repite Miss Rose-. No existe ninguna infancia que haya sido tranquila. Eso es imposible. Estoy segura de que haya habido algo o alguien quien te haya intranquilizado esa infancia tuya -replica, sonriéndole.

-En realidad... ha sido muy tranquila.

Miss Rose y Miss Blue se miran entre ellas, desconfiando de Marinette. Se han dado cuenta de que esta chica esconde algo en lo más profundo de su corazón, donde nadie nunca podría llegar a saber sobre su existencia si la joven no se lo comparte a alguien. Sino serán ellas ¿quién podría ser ese alguien quien le dé o le haya dado esa confianza para saberlo?

-¿Y qué hay de vosotras? -se interesa Marinette-. ¿Tratáis de cotillear sobre la vida de los londinenses o lo hacéis por alguna razón específica? -les pregunta, sarcástica.

-En realidad lo hacemos por el bien común -le explica Miss Blue-. Si algún día alguien estuviese buscando a alguien concretamente, nosotras nos hemos entrenado para saber la mayor información sobre ese alguien para impedir que sea dañado.

-¿Y toda esa información la guardáis en vuestra cabeza o qué? -pregunta Marinette, sorprendida.

-No, no, claro que no. Nosotras no tenemos un poder como superhéroes. Nosotras solo hacemos el bien común guardando esa información en un... sitio secreto donde nadie es ni sería capaz de encontrar porque... si alguien llegase a saberlo, sería el fin de Londres -se altera Miss Rose.

-Vale, vale, tranquila. Todo saldrá bien, ya verás -le tranquiliza Miss Blue.

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Wang Fu agradece a Amelie por el hecho de que le ayudará a salvar a Marinette. Es algo que lo ha estado intentando conseguir desde que llegó a Londres y, finalmente, lo logrará gracias a esta mujer.

Aunque aún necesita algo...

-Oye -le llama el maestro haciendo que la rubia se volviese hacia él-, ahora, como me prometiste, me tienes que llevar a tu casa para que pueda dormir -le recuerda.

Esta hace un gesto de desagrado y rodea los ojos, un poco molesta. Ahora tendría que dejar dormir a un viejo individuo que acaba de conocer este día.