capítulo 11

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Día 6.

El americano seguía durmiendo, estaba sumido totalmente en un sueño. Él empezó a sentir como le acariciaban dulcemente su mejilla derecha. Él sonrió cuando le dieron un tierno beso en su cara.

Rusia:- despierta, amor - exclamó tranquilo - es hora de levantarse, hize panqueques - dicho esto, el americano abrió suave y lentamente sus ojos.

USA:- buenos días, mi osito - Habló para después depositar un dulce beso en las mejillas de su hermoso alfa.

El ruso, después del beso, besó a su Omega en los labios, poniéndose lentamente arriba de este, distraído. El americano solo disfrutaba del beso pero el ruso comenzó a sentir como su cuerpo empezar a arder. Ya no podía contenerlo.

Rusia:- hagámoslo... - fue al grano. El americano se sonrojo al tope, ya sentía toda su cara arder por el sonrojo que poseía en sus mejillas.

USA:- emmm... - estaba muy nervioso. Él empezó a soltar sus feromonas, a tocar la ancha espalda de su alfa e intentar marcarlo pero no se atrevió. Eso era lo único que podía hacer para empezar a hacerlo con algo de suavidad.

Rusia:- ¿es tu primera vez? - preguntó. El contrario se quedó petrificado, no sabía que hacer hasta que su omega se le ocurrió la brillante idea de empujarlo y esconderse debajo de las sábanas - parece que sí - habló adolorido. Le costaba levantarse después del empujón que le dieron.

USA:- ¡solo estaba nervioso! - estaba sonrojado al tope al decir la verdad.

El alfa solo se levantó y se acostó de nuevo abrazando al estadounidense, aunque el Omega estuviera aún ahí dentro de las sábanas.

Rusia:- está bien - habló sinceramente - y lo respeto y yo esperaré el momento indicado - le dió un beso en dónde se supone que es su cabeza - te lo prometo con todo mi corazón -

USA:- okey, mi osito polar - se destapó y abrazo a a su alfa - ¿vamos a desayunar? - preguntó dulcemente.

Rusia:- si y encima, me enteré que no hay Maple, así que lo pedí a domicilio - respondió para alzarlo y llevarlo a la sala de start, dejando que el estadounidense se sentara en el sofá mientras esperaba, junto al ruso, por el pedido.

El ruso miró por un rato al estadounidense, se le ocurrió una idea. Ya sabía lo que iba a hacer pero lo intentará por lo menos.

Rusia:- amor, podrías recostarte boca arriba? - preguntó.

América:- emmm... Claro - respondió. Él se acostó como el ruso le dijo exactamente.

Las manos del eslavo fueron hacia los pantalones y, despacio, le quitó el pantalón junto a los boxers a su Omega. Al hacer esto, el estadounidense se acostó de lado, tapando su boca con su remera. El alfa vió el pequeño agujero de su Omega, parece que solamente entraría un dedo meñique por ahí.

(El salchichón de Rusia entrara con la magia Pokémon JSJSJAJSJAJSJSJK)

El alfa se acercó a la entrada y empezó a darle una masturbación rusa o como lo conocerían mejor un beso ruso o negro. Empezó a lamber para lubricar la entrada, haciendo que el de estrellas se estremeciera y aún más cuando sintió que esa lengua entró dentro suyo, tocando sus estrechas y delicadas paredes.

El americano lanzaba pequeños jadeos y gemidos suaves, eran música para los oídos de su alfa. Él se calmó cuando su alfa paró pero vió como éste empezó a lamber su miembro, desde la base hasta la punta, repitiéndolo una y otra vez. Éste lanzaba gemidos ahogados no queriendo que su alfa lo escuchará. Estaba por llegar al climax, él, desesperado, intentó quitar al ruso de ahí pero se hizo el de oídos sordos y solo hizo que el americano se corriera en su boca y se tragara su líquido.

cuidando a un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora