Brownie [ChanBaek]✔️

29

Volvió a la cocina con la charola llena de platos y vasos sucios, estaba trabajando horas extra porque el dueño se lo pidió, ese día había faltado una de las empleadas.

Ese día se desempeñó más como mesero que como lavaplatos. Y lo alegraba porque sabía que su paga del día sería mayor, obtuvo muchas propinas.

—Cuando termines con eso puedes irte o puedes esperar un poco hasta que cerremos, cenaremos todos aquí. —Le dijo la esposa del dueño.

—Muchas gracias, llamaré a mi mamá para avisarle que llegaré más tarde.

Se apresuró a terminar de lavar los trastes, cuando estaba por salir del restaurante para hacer la llamada, le pidieron el favor de sacar la basura. Con mucho gusto aceptó, fue en busca de las bolsas.

Las arrastró hasta llegar a los contenedores, con mucho esfuerzo las dejó dentro. Se limpió las manos en el pantalón y sacó su celular para hacer la llamada.

Por casualidad vio a unos metros, recargado en una pared a Chanyeol. Fumando. No me inmutó, a esas alturas no le sorprendía nada lo que Chanyeol hiciera.

—¿Hijo? —Escuchar a su mamá hizo que dejara de mirarlo, Baekhyun interrumpió el contacto visual que mantenían desde la distancia.

—Si mamá, ¿ya estás en la casa? ¿Cenaste?

—Planeo esperarte, si es que ya vienes de camino.

—Aún hay unos clientes y me invitaron los dueños a cenar con ellos, con todos los empleados.

—Está bien, disfruta la cena. No llegues demasiado tarde, cualquier cosa llámame. Puedo ir por ti.

—Claro mamá, nos vemos.

Colgó, vio una vez más al chico que no dejaba de observarlo y regresó al restaurante. Ya no había clientes, comenzaban a limpiar.

Sin que se lo pidieran, ayudó a levantar algunas sillas.

—No podré acompañarlos, mi mamá no se siente bien y quiero ver que es lo que tiene. —Le dijo al dueño.

Él le entregó su pago del día, luego Baekhyun fue a despedirse de las señoras de la cocina. Guardó bien su dinero antes de salir.

Regreso a donde los contenedores para comprobar algo, cuando vio que Chanyeol seguía en el mismo lugar y posición, caminó hasta él.

—¿Qué quieres? —Se detuvo, procurando dejar una distancia prudente.

—¿Perdón? —Chanyeol dejó caer la colilla de su cigarro, después de pisarla se cruzó de brazos.

—¿Vienes a molestarme? ¿Qué haces aquí?

—Pasaba por casualidad y me detuve a fumar. ¿Por qué? ¿Este espacio te pertenece?

—¿Vienes a molestarme? —Repitió. —¿Por qué precisamente aquí, dónde yo trabajo?

—¿Apoco trabajas aquí? No tenía idea.

—No te hagas el tonto. ¿Qué quieres? Espero que no sea que te permita quedarte en mi casa otra vez, creo que fui muy claro al decirte que no.

El alto se despegó de la pared, avanzó un paso para acercarse al otro. Con un movimiento ágil y rápido logró hacer que la espalda de Baekhyun tocara la pared, colocó sus manos alrededor de su cabeza.

El de lentes recordó la ocasión que se encerraron en la bodega del conserje y Chanyeol lo acorralo en la puerta, también recordó lo que le dijo minutos después.

—Oye, ¿qué haces?

—Estabas muy lejos y no te escuchaba con claridad.

Sabía que mentía. Baekhyun trató de moverse, pero Chanyeol sujetó su mano con fuerza. No hizo nada para evitarlo.

—¿Por qué le mentiste a tu madre? Dijiste que cenarias en el restaurante.

—¿Escuchaste mi conversación? Bueno, ¿cómo no hacerlo con estas orejas? —Se las jaló para molestarlo, esperaba poder escaparse de él, pero Chanyeol no hizo nada.

—Hablas muy fuerte, no es mi culpa. ¿Mentiste para hablar conmigo tranquilamente? Me siento conmovido.

—¿Por qué lo haces? —Ignoró sus preguntas. —Me dijiste que no las consumías con frecuencia, que lo tenías bajo control. ¿Qué pasó? ¿Por qué te rechace lo haces? ¿Te drogas por despecho?

—No negaré que al principio fue así, luego le encontré el gusto. ¿Qué puedo hacer? Por cierto, ¿Puedo quedarme hoy contigo? No estoy drogado, lo juro.

—¿Por qué? Ya superame.

—Lo intenté pero no puedo, cada vez me gustas más y no creo que esto se me pase pronto.

Comenzó a inclinarse hacia él, Baekhyun sólo veía como tenía cada vez más cerca a Chanyeol, presentía su siguiente movimiento.

—Besar a alguien sin su consentimiento es un delito, te denunciare. —Dijo para detenerlo. Chanyeol frenó a centímetros de su cara.

—¿Ahora sabes de leyes?

—Dime qué hiciste con el Chanyeol tonto y casi inocente que me seguía a todos lados. El que tengo frente a mí es alguien más.

—Siempre he sido así, sin embargo, te mostré mi mejor lado. —Se desvió un poco y beso su mejilla.

—Ni el rudo ni el inocente me gusta, ¿me dejas irme ya? 

Sin previo aviso lo besó. Unió sus labios en un inocente beso. Había pasado mucho tiempo desde la vez que sintió por primera vez la suavidad de sus labios. Chanyeol esperó ese momento demasiado.

Baekhyun se resistió al principio, luego se dejó llevar. Disfrutaron cada segundo que el beso duró.

—Juré qué no te seguiría rogando, —Comenzó Chanyeol. Antes de alejarse besó nuevamente su mejilla. —esperaría hasta que tu abrieras los ojos y admitieras que te gusto. Creo que estamos un paso más cerca. Has dado el primer paso hacia mi.

Buscó sus manos para sujetarlas, entrelazo sus dedos. Encajaban tan bien, parecían hechas para estar juntas.

—¿De... De qué hablas? No me gustas. —Ya que se estaban mirando a los ojos, Chanyeol pudo ver un rastro de duda en su mirada. —Yo no he dado ningún paso.

—Sabes que te gusto, de lo contrario no habrías mentido para venir a verme. Bien pudiste ignorarme e irte a tu casa. Lastimaste mis orejas, pero no trataste de escapar. Cuando a mitad de la noche te llamé, contestaste sin dudar y me dejaste dormir en tu casa. ¿Estás completamente seguro que no te gusto? Acabo de besarte y lo disfrutaste.

—Basta Chanyeol.

—Te acompaño a tu casa.

—No. Deberías irte a la tuya, solo preocupas a tus padres, tu tío fue a verme para preguntar por ti.

—Lo sé y como castigo me enviaron con mi hermana hasta que terminen las vacaciones, me escapé solo para venir a verte. Vengo de lejos, no me dejes ir tan pronto.

—No hagas esto, no te metas en más problemas.

—¿Puedo besarte otra vez?

Baekhyun se negó, tranquilamente liberó sus manos, se acomodó las gafas y le dijo adiós. Avanzó tres pasos y se detuvo. Volteó y vio que Chanyeol no se había movido ni un milímetro. Regresó decidido, le dio un golpe en la mandíbula. Usó todas sus fuerzas que logró desequilibrarlo.

—¡Oye! ¿Qué demo...?

Y entonces sujetó su playera para atraerlo hacia él y poder robarle un beso. —Vete a casa Chanyeol. —Dijo apenas se separaron, no espero ninguna respuesta y se fue.

Dejando al alto con una sonrisa adolorida.

A continuación, arte