Epílogo

6.2K 1.3K 903
                                    

Antes que nada, muchas gracias por leer hasta aquí, de verdad. Como regalo les daré un extra el fin de semana. Cuídense. Los amo.




Scott, 17 años.

Lo hice, pensó con el cuchillo en mano.

Frente a él yacía el cuerpo de esa mujer con el rostro desfigurado, cubierta de sangre y con heridas tan grotescas que cuando la encontraran, lo primero que pensarían es que este homicidio fue cometido por odio.

Se vio a sí mismo: tenía moretones y cortes. Su cuerpo dolía y sentía que perdería el conocimiento. Quizás no debió dejarse golpear tanto, ¿sería muy obvio que las heridas fueron recientes? Si es así, podría inventarse algo, era mejor eso a que lo encontraran ileso. De todas formas, aún tenía algunas heridas y las quemaduras de cigarro que él mismo se hizo hace días para darle un poco de realidad a la actuación que pronto daría.

Estaba sucio, cansado y feliz. Al verse así, soltó una estruendosa carcajada. Se recostó un rato para tomar aire. ¿Habría alguna vez imaginado estar así? Si llegaban a atraparlo, no tendría nada que temer. Era libre, y había hecho lo correcto. Les dio la justicia que se merecía. Dios debía estar muy ocupado atendiendo otros asuntos, así que el podría encargarse de esto, quizás por eso tenía una mente así, porque él se la dio: sin remordimientos y sin perdón a quienes merecían un buen castigo.

Vio la mochila con la ropa de mujer y rio aún más. Se vestiría, saldría y llegaría a un puente donde habría puesto la ropa con la que aparecería. Luego, quemaría todo esto.

¿Cómo debería actuar? ¿Gritar por ayuda mientras llora? ¿Y qué tanto debería llorar? ¿No sería demasiado? ¿O quizás sólo debería correr por ahí pidiendo ayuda y actuando atemorizado?

Debería ser como su otro yo, como el Scott que la gente conocía. Y eso era hacer el ridículo llorando.

Por más gracioso que te parezca, por favor, Scott. No te rías, mierda. Actúa normal.


~~~~~*~~~~~


La policía no tardó mucho en llegar después de su actuación. Scott se había acercado a un grupo de personas pidiendo que lo ayudaran mientras lloraba. Su cabello tenía sangre seca de él mezclada con la de Eblin (tuvo que retocarse un poco para ello) y sudor. Estaba más sucio y lo suficientemente golpeado.

Las personas no le habían creído que era Scott Bernard, pero ante su insistencia no tuvieron más remedio que llamar a los oficiales.

Al llegar le hicieron las típicas preguntas, '¿cuál es su nombre? ¿Cómo escapó? ¿Presenta heridas? ¿Qué pasó?'

Primero quisieron llevarlo al hospital por su mal estado, pero él rogó por ir a ver a sus padres. Al final, accedieron.

Y ahí estaba el falso Scott, asustado y en silencio. Trató de no hablar mucho con los policías que iban con él, ignoró la mayoría de sus preguntas y se limitó a responder con un asentimiento.

¿De verdad estaban creyéndose todo esto? Scott no podía estar más satisfecho. No le sorprendió, después de todo, ya había fingido ser así bastante tiempo. Un poco más no haría daño.

Llegaron.

Y por primera vez, Scott estaba realmente nervioso y asustado. Después de poco más de un año, por fin regresaba a su hogar. Lo que estuvo deseando desde el momento en que sintió que allá afuera habían cosas mucho más crueles que tener una madre que ama más el dinero que su hijo y a un padre que lo ve como herramienta.

Scott [Precuela de Adam]Where stories live. Discover now