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—ya pero enserio, ¿No puedes comer nada?.

—si pero duele, déjame tranquila.

Jimin le sonríe con lástima. Pobre. La maestra de literatura da su clase cuando el rubio siente algo vibrar en su mochila.

¿Uh?.

Número desconocido.

Corta pero insiste.

Con algo de temor porque la maestra le pille accede a la llamada pero se arrepiente al instante cuando puede oír la voz rasposa de un hombre que jimin sabe de quién se trata.

—jimin, ¿Eh?.

El rubio aflige su rostro y el color de su cara desaparece.

—profesora, ¿Puedo salir?, Me están llamando, es urgente.

—esta bien.

Jisoo lo ve literalmente correr hacia afuera. Por su parte jimin corre al baño y se encierra en uno de los cubículos.

—¿Papá?. —un nudo se forma en su garganta. Es bastante sensible respecto a eso. Su voz tiembla y las ganas de llorar golpean fuerte su pecho pero se niega a mostrarse débil. —¿Que quieres?.

—ya estoy en Corea, voy ir a buscarte. —le comunica.

—¿Que?, No. ¿Es-estas loco?.

—no es tu decisión, siguen siendo mi hijo.

—¿¡Ahora soy tu hijo!?. —explota—¿¡Y donde mierda estuviste cuando te llamaba todas esa veces!?, Nunca contestas, ni por una vez. —en sus mejillas llenitas se desplazan lágrimas que limpia con rencor. —yo no quiero nada contigo, yo no soy tu hijo y para mí ya no eres mi padre.

El hombre suspira cansado.

—estaba ocupado, cosas de adultos. Ahora estoy aquí, no hagas más escándalo.

—¿¡Y para que me quieres!?. —jimin agita sus manos exasperado. No lo entendía.

—encontre algo, archivos. Yo y un profesor destacado estamos juntos en esto, encontramos algo, jimin. —con felicidad le dice aquello. —hay un pruebas, tenemos todos lo que necesitamos. Tenemos a alguien que nos ayude.

—no me interesa. —cierra sus ojos y gruñe. —no veo porque razón yo estaría involucrado. Solo hablas de ti. —se ve así mismo con actitudes de su padre y lo mucho que se parecen aveces.

—esta en tu instituto, la razón por la cual eh trabajo toda mi vida. Jimin, necesito que lo encuentres, reunete con ella.

Jimin abre los ojos. No puede ser.

—¿Hablas de...

—si jimin, está en el mismo sitio que tú. Necesito tu ayuda, eres muy importante.

—no, y-yo...

Esta calando profundo en su cabeza.

—porfavor, eres el único que podría hayarlo.

—no puedo, es...

—si lo encuentras te comprare todo lo que quieras, estaré presente y contestaré todas tus llamadas. —le promete.

Aprieta el móvil en su manos, es tan fácil como cortar la llamada pero no puede. Allí está todo lo que anhela. Sus egoistas deseos. Pero vienen de ese hombre que le abandono también por sus deseos egoistas de la misma manera, sin arrepentirse. Porque está seguro que si no fuera por un intercambio de información el hombre nisiquiera le habría contactado.

—vete a la mierda.





















—¿Que paso?.

—nada.

—¿Estas seguro?. Tienes los ojos llorosos soy tu amiga y-

—nada.

Decide no insistir. Un ruido de la puerta llama la atención. Es temprano en la mañana. Taehyung aparece en la puerta de la mano con jungkook quien, extrañamente vestía una falda gris.

—¿Traen un pase?. —les pregunta la directora a los dos recién llegados.

Kim toma un papel y con altanería lo deja en el escritorio. Jungkook ríe bajo, con su brazo entre el de taehyung. Ella les permite la entrada. El chico fue a buscarlo temprano en la mañana, jungkook estaba durmiendo y inevitablemente los dos terminaron abrazados bajo cobijas.

—nada de abrazo o besos, ya me han hablado de ustedes. —le advierte la maestra.

El tiempo en clases fue... Aburrido y con tanto sueño que taehyung casi se duerme en el pupitre. Ya estaban en la cafetería. Se podía sentir más libres, es decir, mucho más libres que en el salón. Tenía a jungkook en su regazo, y se decidió por cepillarle el cabello. El más bajo lo tenía bastante largo, más abajo de las orejas. Negro y fino. Taehyung encontró una gran entretención peinando a su novio.

—¿Que haces?. —le pregunta jungkook riendo. Taehyung intentaba atar su cabello.

—nada. —lo logra y aparta un poco a jungkook para ver el resultado. —wuau.

Parecía sacado de un manga. Lo contempla con tal adoración que las mejillas del menor se tornan rosadas.

—tae... —le regaña inútilmente por lo que causa en su corazón. —ya.

Pero taehyung aún no termina de comerse al chico con la mirada. Era una mezcla extraña entre, ¿Existe alguien tan hermoso?. A jungkook le Hiba a dar un ataque al corazón.

—prometeme que algún día nos vamos a casar.

Jungkook cree que es una broma hasta que observa los ojos serios de taehyung. Osea. Si quiere casarse pero, ¿No son muy jóvenes?. ¿Es una promesa a largo plazo?.

—esta bien, lo prometo.

—y vamos a tener un hijo. —suelta y jungkook abre los ojos.

—¿Quieres tener bebés conmigo?.

—obvio. —contesta con obviedad. —quiero cinco.

—estas loco, no puedo con tanto.

Taehyung sube su mano, hasta los muslos rellenos de su chico, descubiertos. Los vellos de jungkook se erizan. por reflejo aterriza en el pecho del castaño. Quien le da caricias en la espalda. Siguen así hasta que el timbre suena.

—vamos al baño. —le pide taehyung en su oído.

HERMAFRODITA; taekook SEGUNDA TEMPORADAWhere stories live. Discover now