Percy Jackson And The Princess

La Roca Hirviente

Al abrir la puerta fue recibida de inmediato por un semidios preocupado.

-"Azula. ¿Qué sucede?".

-"Percy, tenemos que hablar. Entra". Pidió en un tono que no daba lugar a objeciones.

-"Entonces...". Comenzó Percy, una vez entró en la habitación.

-"Iré directo al grano. Planeó ir a buscar a Zuko, para que me ayude".

-"¿Ayudarte en qué?".

-"A detener a mi padre".

-"Estás... ¿Hablando en serio?". Preguntó con incredulidad el semidios.

-"Claro que si idiota". Gimió la princesa, dándole un puñetazo en su brazo.

Percy se tomó el brazo, negando con la cabeza, para inmediatamente sonreír.

-"¿Qué?". Está vez fue Azula la que preguntó, al ver la sonrisa idiota de Percy.

-"Nada. Es qué.. Estoy realmente feliz por ti, Azu". Contestó a la ligera.

-"¿Estás conmigo?". Finalmente se atrevió a preguntar, algo nerviosa. Necesitaba si o si a Percy a su lado.

-"Siempre". Respondió el pelinegro, acortando inmediatamente la distancia abrazándola. Calmando a su vez todas sus preocupaciones y miedos.

Después de unos instantes, una Azula completamente relajada, decidió cortar el momento, tenían cosas que hacer.
Y se encaminó nuevamente a la puerta, ganándose una mirada interrogante de Percy.

-"Vamos mi salvaje. Vamos por los demás".

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-"Estoy dentro". Contestó rápidamente la acróbata.

-"¿Qué? ¿Así sin más?". Enarco una ceja el pelinegro.

-"Claro que si. Ustedes son mis mejores amigos, y no pienso dejarlos solos en ésto. Sólo nos falta Mai y la pandilla sigue unida". Respondió dando saltos, sin dejar de sonreír.

Percy le lanzó una mirada divertida a Azula, sin poder evitar contagiarse del clima alegre que había creado la acróbata.
Azula sin ser menos, les sonrió a ambos, entre agradecida y orgullosa por los amigos que tenía.

-"Bien. Vamos por Mai". Decidió Percy.

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Aún era de noche, y tres jóvenes decidieron interrumpir el sueño de su malhumorada amiga.

-"¿Se puede saber que diablos hacen aquí?. ¿Acaso saben la hora qué es?". Arremetió Mai enojada a sus tres amigos.

-"Shuu. Silencio". Rogó Ty Lee.

-"Déjanos entrar Mai. Es importante". Pidió Azula en tono serio.

-"Bien. Pero que sea rápido".

-"Tengo que detener a mi padre, Mai". Exclamó la princesa directamente, ni bien entraron en la habitación.

-"Tenemos". Añadió un Percy extrañadamente serio.

-"¿Qué?".

-"Y te necesitamos. Por favor Mai". Suplicó Ty Lee, poniendo sus ojos de cachorrito.

-"¿Están insinuando lo que creo qué es?". Mai preguntó con sospecha.

-"Si". Respondió el pelinegro, y Mai comenzó a sacudir la cabeza.

-"Es un monstruo, si no lo detenemos, millones de personas van a morir. Él va a quemar todo el reino tierra usando el poder del cometa". Exclamó Azula con exasperación.