Percy Jackson And The Princess

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-"Entonces eres el monstruo enojado con una cola de caballo. Realmente no estoy sintiendo la cola de caballo, pero sí, estoy recibiendo la parte enojada". Toph dijo sin rodeos.

Zuko la miró desde el otro lado de la fogata. Quería lanzarle una bola de fuego a la ingrata, pero el tío tenía razón.
Azula atraparía al avatar a menos que él hiciera algo al respecto, necesitaba que el avatar estuviera listo para ella, y si en el proceso podía obtener información sobre su presa, entonces no lanzaría bolas de fuego. No importa cuánto lo irritaran los desgraciados.

-"Ahora, será mejor que se lleven bien". Reprendió suavemente el tío Iroh, mientras repartía tazas rotas llenas de algunos de los mejores tés del mundo.

-"Sí chicos, vamos a llevarnos bien". Dijo alegremente el avatar.
Una pequeña siesta y la perspectiva de evitar una pelea fue más que suficiente para alegrar el día del joven pacifista.

-"Sabía que podíamos ser amigos Zuko. Te dije que no".

-"¡NO SOMOS AMIGOS!". Zuko rugió, el fuego se elevó con su ira.
Al mismo tiempo, Katara preguntó.

-"¿Cuándo hablaste con Zuko?".

-"Umm bueno, fue cuándo estabas enferma después de la gran tormenta...". Dijo el avatar un poco nervioso. Dispuesto a no mencionar su captura, a manos del difunto almirante Zhao, y preocupar a sus amigos.

-"Aww la tormenta. Recuerdo bien esa tempestad en particular. Pero los arcoíris más hermosos siempre son creados por las tormentas más violentas. Esto también suele ser cierto en la vida". Dijo el anciano sabiamente con un brillo en los ojos.

-"Oookayyy". Sokka dijo un poco extrañado, por que alguien de la nación del fuego sea tan... No malvado.
Aunque el anciano podría estar tratando de adormecerlos con una falsa sensación de seguridad para poder matarlos.
Era el hermano del señor del fuego. ¡El té podría estar envenenado!.

Sokka escupió su té y lo roció violentamente en el fuego.

-"¿Pasa algo, joven?". Iroh preguntó preocupado.

-"No, no hay nada malo aquí". Dijo con una sonrisa demasiado amplia para ser genuina, antes de girarse y susurrar lo suficientemente fuerte para que la gente de la siguiente ciudad lo escuchara.

-"No bebas el té, podría ser veneno".

-"Sokka, cállate. Tanto él como Zuko están bebiendo el mismo té. Siento lo de mi hermano, señor, a veces es un poco idiota". Katara quería ser amable con el anciano, a pesar de que era una nación de fuego.
Siempre le habían enseñado a respetar a sus mayores, y él era un anciano tan amable.

Iroh soltó una carcajada.

-"No hay problema, querida. Los jóvenes son temerarios e impulsivos. Mi tiempo viajando con mi sobrino me ha enseñado eso al menos".

Zuko se quedó en silencio mirando el fuego negándose a mirar a nadie a los ojos.

-"Así que no es que me esté quejando, pero ¿por qué no nos lanzan bolas de fuego y gritan por el honor?". Preguntó Sokka sin rodeos.

-"No estabas prestando atención salvaje". Gruñó Zuko.

-"No puedo dejar que Azula sea quién te capture, y eres tan incompetente cómo para mantenerte fuera de su alcance".

-"Fuimos más que lo suficientemente buenos cómo para patearte el trasero, así que no creo que necesitemos ayuda con tu hermana pequeña". Respondió Katara.

-"Comparar a mi sobrina con Zuko es una forma efectiva de hacer que los maten". Dijo Iroh sombríamente.

-"Azula es astuta, despiadada, y una de las maestras fuego más hábiles del mundo".