Percy Jackson And The Princess

Nuevo Hogar

Percy miraba con una mirada de máxima concentración, en un intento de tratar de comprender lo qué acababa de suceder.
El bolígrafo que tenía en el bolsillo cuándo empezó toda esta locura, se acababa de transformar en una malvada espada de bronce brillante de 3 pies de largo, con la inscripción Anaklusmos en griego antiguo a lo largo de la hoja.
Sin tener en cuenta por completo, el hecho de qué de alguna manera sabía que el nombre significaba contracorriente.

A la vez que Percy estaba tratando de procesar esta nueva información, sonó un golpe en la puerta de su habitación.
Y cómo cualquier niño de 12 años, con algo que no debería tener, a punto de ser atrapado, entró en pánico e hizo algo tonto.
Buscó a tientas dónde esconder la hoja por un momento, antes de qué la puerta comenzará a abrirse, y en un momento de pura y absoluta estupidez inspirada por el TDAH, tiró la hoja por la ventana, directamente al mar.

-"El príncipe Iroh quiere hablar contigo, muchacho. Está en sus habitaciones, no lo hagas esperar". Dijo con brusquedad uno de los soldados enmascarados.

Percy le mostró lo que esperaba que fuera una sonrisa inocente, pero terminó siendo una entremezclada entre alivio y pánico, debido al hecho de qué no estaba en problemas, sino qué acababa de perder lo qué parecía un arma invaluable.

El hombre salió de la habitación, mientras Percy ordenaba sus pensamientos.
Después de que la puerta se cerró una vez más, Percy miró alrededor de la habitación, con los ojos clavados en el cuerno del Minotauro, lo último que le quedaba de su viejo mundo.
Respiró hondo, a la vez qué repasaba la historia de fondo qué había inventado para sí mismo en su mente.

Habían pasado unos días desde qué se despertó por primera vez en el barco, y había interactuado muy poco con el príncipe y la tripulación, además de su conversación cuándo se despertó por primera vez.
Sin embargo, Percy había aprendido mucho sobre el mundo en el qué se encontraba, simplemente escuchando los chismes de la tripulación durante las comidas.
Sabía que la nación del fuego estaba en guerra con casi todos, y seguía ganando, sabía que tenían un nuevo señor del fuego, y qué en realidad, era el hermano menor de Iroh, (algo que la tripulación no estaba feliz de escuchar).

De camino a las habitaciones del príncipe, Percy fue recibido por miradas sospechosas de toda la tripulación del príncipe Iroh.
Al parecer, parecía un salvaje nativo de la tribu del agua, o eso era lo que a los miembros menos educados de la tripulación les gustaba decirle.

Una vez que llegó a la puerta, echó un vistazo rápido a lo que vestía, se estaba reuniendo con la realeza, no era idiota. Una túnica rojo oscuro con reflejos negros. Le parecía extraño, pero probablemente era normal para la gente de este mundo.
Suspiró preguntándose si la ropa venía en azul, pero con la obsesión qué este país parecía tener por el rojo lo dudaba.
Percy llamó a la puerta y esperó cortésmente a qué el príncipe respondiera.

-"Adelante". Dijo Iroh con voz envejecida.

Cuándo Percy entró en la habitación, su nariz se llenó de inmediato con el abrumador olor a té.
La habitación del príncipe Iroh era similar a la suya en muchos aspectos, sólo que más grande, con más seda, muebles, y además tenía un balcón.
En el balcón, Percy notó un halcón mensajero, esperando pacientemente una carta de regreso.
Vio a Iroh sentado en una mesa pequeña con dos tazas de té.
Percy se acercó, y se sentó, tomando un sorbo de lo qué supuso era su taza.

-"Nos estamos acercando a la nación del fuego, y aterrizaremos mañana al mediodía. Con esto en mente, ¿has pensado en lo que harás una vez que aterricemos?". Cuándo el príncipe dijo esto, Percy se dio cuenta de dos cosas.

La primera, era qué ya sabía qué se estaban acercando a tierra, de alguna manera, podía sentir la posición del barco en el océano, algo que de igual manera no ayudó mucho, debido al hecho, de qué nunca había visto un mapa de este nuevo mundo, así que no sabía dónde.