Un Búho En Una Biblioteca

1.3K 145 10
                                    

-"¿Están seguros de que no quieren qué los lleve?". Preguntó Aang una vez más a los dos maestros fuego que estaban a unos metros de un Appa completamente cargado.

-"¡Por última vez no!". Zuko se enfurruñó a un lado. Tenía tantas ganas de atacar al maestro aire, capturarlo y regresar a casa.
Pero romper la tregua de manera tan deshonrosa no era algo que estuviera dispuesto a hacer. Incluso para capturar al avatar.

-"Gracias por el té Iroh". Gritó Katara al viejo general mientras se despedía. Iroh estaba entre las pocas personas de la nación del fuego que consideraba una buena persona.

-"Fue un placer. Manténganse a salvo, todos ustedes". Iroh gritó mientras sonreía con entusiasmo.

-"No les digas que se mantengan a salvo, son nuestros enemigos". Siseó Zuko lo suficientemente fuerte como para que todos pudieran escuchar.

Sokka miró a ambos maestros fuego, como a Zuko, a él no le gustó lo amistosos que se estaban volviendo sus amigos con los maestros fuego.
Todavía eran enemigos, una noche incómoda alrededor de un fuego no cambió eso.

Mientras Appa se elevaba hacía el cielo, su silueta se hundía lentamente contra el sol naciente.
Zuko comenzó a recoger suministros para él y su tío del campamento, cuándo una voz lo interrumpió.

-"¿Qué crees que estás haciendo?".

-"Estoy recogiendo nuestras cosas tío. Tenemos que movernos rápido si vamos a seguir el ritmo del avatar". Respondió Zuko.

-"El avatar no fue el único superado por Azula, príncipe Zuko. Nos quedaremos aquí para reanudar tu entrenamiento". Dijo Iroh con la máscara severa de un maestro dando lecciones a su alumno, sólo aquellos que conocían bien al general podían ver el brillo travieso en sus ojos.

El príncipe exiliado, bañado por el cálido resplandor del amanecer, se volvió hacía su tío y por primera vez en mucho tiempo comenzó a sonreír.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Percy había sacado su espada más rápido de lo que se podía decir.
-"Mierda, un búho parlante gigante". El enorme pájaro miró con disgusto la hoja brillante.

-"No habrá necesidad de eso, mestizo. Por mucho que odie decirlo, no quiero hacerte daño". Dijo el búho con un suspiro.

-"Soy Wan Shi Tong, el que sabe diez mil cosas, vasallo de la gran diosa de la sabiduría y él conocimiento, Atenea". Percy estaba bastante seguro de reconocer ese nombre de la clase de latín del Sr. Bruner, pero no recordaba nada más al respecto.

-"Umm ¿Hola? Soy Percy, el que es hábil con la espada, y soy bastante bueno en el agua, pero no me llamaría un bote". Respondió aún sin bajar la espada.

-"Vasallo, no vasija, tonto ignorante". Espetó Wan Shi Tong.

-"Está bien, hombre, cálmate, no hay necesidad de enojarte". Percy trató de calmar al pájaro grande.

-"Sólo sígueme y quédate tranquilo". La lechuza suspiró obviamente muy molesta.
Comenzó a darle la espalda al joven semidiós, antes de que la voz molesta de Percy lo detuviera.

-"Sí, no. Voy a necesitar un poco más que eso antes de seguirte a cualquier parte. ¿Cómo sabías que venía aquí? ¿Cómo sabes quién soy? ¿Y qué quieres de mí?". Interrogó sospechosamente al búho.

-"Hmph. Quién lo hubiera pensado, previsión en un hijo de Poseidón. Pensé que todos ustedes no tenían nada más que algas como cerebros".

-"Sí, no estás haciendo un gran trabajo al convencerme de que deje mi arma y te siga". Percy respondió sarcásticamente.

Percy Jackson And The PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora