Percy Jackson And The Princess

Conociendo A Azula

-"¡Ugh! ¿En qué está pensando mi padre?".

-"No necesito un guardaespaldas. Soy un prodigio de la flexión, por el bien de Agni".

-"Y tras de eso, un bárbaro de la tribu agua. ¡El imbécil probablemente bebe su propia orina!". Azula gritó a sus amigas, mientras se dejaba caer en su enorme cama de seda.

-"Aunque es bastante lindo. ¿Has visto esos ojos y sus músculos?". Ty Lee dijo soñadoramente mientras paseaba por la lujosa habitación.

-"¿Importa?. Lo más probable es que sea como cualquiera de los otros miembros de la guardia real". Dijo con su tono monótono Mai.

-"A mi me importa". Azula resopló.

-"No sé quién diablos se cree que es para estar calificado para ser mi guardaespaldas. Pero recuerda mis palabras, nos desharemos de él para el final de la semana". Ella reclamó imperiosamente.

-"Saben que puedo escucharlas". La voz molesta de Percy llegó desde el otro lado de la puerta.

Tanto Mai cómo Ty lee tuvieron la cortesía de sonrojarse, pero Azula por otro lado.

-"Cállate salvaje. Hablarás cuando te hablen".

-"¿Algo más su suprema excelencia?". Vino la voz sarcástica de Percy, llena de sarcasmo. No escuchó respuesta de la temperamental princesa.

Conviértete en guardaespaldas. Conoce gente nueva.
Explora el mundo.
Embárcate en aventuras.
Será divertido, me dije.
Dioses, tengo que dejar de escucharme a mí mismo.

Percy pensó para sí mismo, completamente enojado por la actitud de la princesa.

Había estado en su posición de guardaespaldas personal durante casi una semana y estaba considerando seriamente intentar ahogarse. Si tan solo los hijos de Poseidón pudieran ahogarse.
Echó un vistazo a su nueva armadura/uniforme, que variaba solo ligeramente a la armadura promedio de los guardias reales.

Su propia armadura carecía del cuello blindado y las hombreras pesadas de sus compañeros guardias.
En cambio, usaba hombreras de cuero liviano y una pieza de metal en el pecho, sobre la mitad superior de su torso.
El resto de su armadura no tenía grandes diferencias con el resto de los guardias reales, además de su descarada negativa a usar esos malditos cascos.

-"¿Por qué nada puede ser azul?". Percy refunfuñó para sí mismo mientras salía de sus propios pensamientos y reanudaba su vigilancia en busca de amenazas.
O enumerar chismes de chicas adolescentes, lo que es lo mismo.

-"¿Escuchaste lo que le pasó al heredero de la casa de Rai?". Llegaron los susurros emocionados de Ty Lee.

-"No, y no me importa". Respondió Mai.

-"¡Murió! La historia oficial es que murió mientras dormía de una enfermedad desconocida, pero escuché hablar a algunos de los guardias de la casa y aparentemente su cuerpo fue encontrado cubierto de quemaduras".

-"Probablemente fue su esposa o una de sus amantes, ¿quién más podría entrar tan fácilmente en su habitación?". Azula razonó.

-"Hablando de amantes, escuché de mi padre qué el general Shinu planea divorciarse de su esposa para casarse con su amante". Mai afirmó, manteniendo su monotonía.

Fue en ese momento que Percy dejó de escuchar, con la esperanza de conservar lo que quedaba de su cordura.
Se preparó para otro día largo y aburrido protegiendo a la princesa.

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Percy nunca se cansaría de estar en el mar.
Estaban de camino a la Isla Ember, un viaje que debería durar como máximo un día, pero el Señor del Fuego quería que hicieran un recorrido por la nación del fuego, por lo que estaban dando una vuelta completa por la nación.
Primero extendiendo el viaje a casi dos semanas.
Percy estaba bastante seguro de que Ozai sólo quería lejos a Azula. Eso o estaba haciendo desfilar a su hija, para levantar la moral o la lealtad en las afueras de la nación, a Percy realmente no le importaba de ninguna manera.