La trama

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Los personajes, las acciones, el contexto y el narrador; son los elementos que, en conjunto, forman una trama, y cuando se le da un sentido de originalidad a la misma, es porque no se ha visto (leído) antes nada igual o parecido, no porque la obra esté fuera de lo común o se trate, de una u otra forma, de algo "especial".

Lo cierto es que no hay nada nuevo que no se haya escrito antes, pero esto no quiere decir que una trama usada o "gastada" no pueda ser un objeto de interés para algún lector. Todas las ideas nuevas son un conjunto de todo lo que has visto, leído o experimentado en tu vida. Por lo que, todas estas ideas, siempre tendrán algún parecido con las ideas de otras personas que hayan vivido situaciones similares.

Partes de la trama

Al crear tramas, lo primero que debes hacer es dividir tu historia en tres segmentos: planteamiento, nudo y desenlace.

1. Planteamiento: en él presentarás el "estado normal" de las cosas antes de la irrupción del conflicto.

2. Desarrollo: donde darás cuenta de la evolución del conflicto.

3. Desenlace: en él, el conflicto se supera y la situación vuelve a un punto de reposo.

Para lograr pasar de un segmento a otro de la trama de una manera suave, sin cortes abruptos, dispones de dos elementos: el elemento detonador y el clímax.

El elemento detonador aparece durante la primera parte de la trama, el planteamiento, y es la situación o acontecimiento que va a venir a alterar el equilibrio de las circunstancias, introduciendo el conflicto. De esta forma, el elemento detonador es la puerta de entrada hacia la parte del desarrollo.

Por ejemplo, en la historia de una administrativa de mediana edad, feliz con su trabajo estable, el elemento detonador será su despido.

El clímax se sitúa durante el desarrollo, la parte media de la historia. El clímax es el momento en que el protagonista supera el conflicto y lo soluciona o, al menos, toma la resolución de solventarlo. Así el clímax actúa como nexo entre desarrollo y desenlace.

En el ejemplo, el clímax sería el momento en el que la administrativa comprende que encontrar de nuevo trabajo como administrativa a su edad es demasiado difícil y decide convertir la decoración, que era su hobby, en su nuevo trabajo.

El conflicto

El conflicto es el motor de cualquier historia. Es el obstáculo al que el protagonista debe enfrentarse o el objetivo que anhela alcanzar. A veces será una situación, a veces será una persona, a veces será algo dentro del propio protagonista, como una idea, un trauma, un vicio... En su intento de superar el conflicto, el protagonista pondrá en juego una serie de fuerzas que serán las que hagan avanzar la acción hacia el momento culminante del clímax y de ahí al desenlace.

En nuestro ejemplo, el conflicto viene dado por la búsqueda de empleo de la administrativa de mediana edad.

Cronología

Al crear tramas, deberás valorar en qué orden vas a presentar los acontecimientos de tu argumento. Puede que desees hacerlo en un orden cronológico lineal, empezando tu historia por el principio y avanzando hacia el final. O puede que consideres mejor empezar en medio, saltando luego atrás y adelante para introducir la información que la trama necesita para desarrollarse.

Esos saltos adelante y atrás que alteran el orden lógico del transcurrir del tiempo son los flashback (saltos hacia atrás) y las prolepsis (anticipan una escena posterior).

Tramas secundarias

Para crear tramas más complejas puedes recurrir al recurso de incluir tramas secundarias.

Guía para escribir FANFICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora